FACTORES PRONÓSTICOS EN LOS LINFOMAS NO HODGKIN

Dr. Enric Contreras Barbeta


[Índice] [Objetivos] [Introducción] [Conceptos básicos] [Factores pronósticos] [F.P. paciente] [F.P. neoplasia] [Indices pronósticos] [Conclusiones] [Bibliografía]

INTRODUCCIÓN

El pronóstico en la Medicina
 
Desde siempre el éxito del médico ha ido estrechamente ligado a la exactitud en el establecimiento del pronóstico. 
Hasta no hace muchos años el acierto en el cálculo del tiempo de vida restante provocaba un incremento sustancial de la fama del médico y comportaba que su nombre corriera con asombro de boca en boca. 
En nuestros días las cosas han variado un tanto, pero los “aciertos pronósticos”, sobretodo los relacionados con el factor tiempo, siguen causando un gran impacto en el entorno del enfermo. 
El pronóstico científico se inicia con la medicina hipocrática. Los médicos hipocráticos denominaban progignoskein al conocimiento del pasado, el presente y el futuro del enfermo.
Hasta no hace muchos años el establecimiento del pronóstico era un acto individual del médico, basado casi exclusivamente en sus experiencias pasadas.
Actualmente el establecimiento del pronóstico sigue jugando un papel clave en nuestra relación con el enfermo y su entorno, pero se ha impregnado de rigor científico. 
 
En nuestros tiempos el establecimiento del pronóstico es un proceso objetivo, basado en métodos científicos y reproducibles y con intención de precisión matemática, aunque no debemos olvidar que el establecimiento de un pronóstico se basa en técnicas probabilísticas que, por definición, no pueden ofrecer una seguridad absoluta.
Por último, no debemos dejar de lado el arte de la práctica clínica individual, que vamos mejorando progresivamente con la experiencia diaria y que nos es de gran ayuda para establecer el pronóstico, sobretodo cuando se trata de un pronóstico individual, ya que nos puede permitir descubrir matices muy sutiles que escapan a los análisis matemáticos más complejos.
 
Pronóstico y cáncer
 
Durante muchos siglos la medicina oncológica prestó muy poca atención al pronóstico, hecho que estaba condicionado, en gran manera, por las escasas posibilidades terapéuticas de que se disponía para hacer frente a la enfermedad cancerosa. 
El término cáncer implicaba prácticamente una renuncia a cualquier actividad médica más allá del diagnóstico. En el fondo el pronóstico estaba implícito en el mismo diagnóstico de cáncer. 
A principios del siglo XX la curación de los enfermos con cáncer era inferior al 5 %, pero los avances científicos y técnicos han ido mejorando progresivamente esta cifra. En la década de los 50 la curación de los enfermos con cáncer ya se situaba entre el 25 y el 30 % y en nuestros días podemos afirmar que más de la mitad de los enfermos diagnosticados de cáncer se curan. 
Actualmente el diagnóstico de cáncer ya no lleva implícito un pronóstico y es misión nuestra establecerlo con el máximo rigor posible
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Fecha de última modificación: 29 noviembre, 1999
Copyright. Dr. Tomás Alvaro Narajo, Dr. Llorenç Font Ferré, 1994-1999. Todos los derechos reservados