El número de autopsias de recién nacidos
(RN) previables, aquellos de menos de 24 semanas de edad gestacional o que no
alcanzan los 500 g de peso, está aumentando de año en año. Este hecho, junto
con la clara disminución de la mortalidad de los RN viables, justifica que la
autopsia pediátrica esté ahora muy implicada en la investigación de la
enfermedades que causan la muerte a los RN previables.
Hemos realizado la revisión de nuestra
experiencia en este grupo de RN desde el año 1985 hasta el 2000 (a.i.). A ese
periodo corresponden 2.972 autopsias infantiles, de las cuales 874 son de RN
previables. .
Las alteraciones encontradas las hemos
clasificado en seis grupos diagnósticos: 1) infección en la placenta (41 %),
2) distintas lesiones placentarias causantes de anoxia fetal (30%),3)
malformaciones (13%), 4) lesiones infecciosas o anóxicas con afectación sólo
fetal (7%), 5) un grupo de "otros" que incluye casos con transfusión
feto-fetal (TFF), hidrops, teratoma, etc. (3%) y, 6) casos en los que la
autopsia no encontró lesiones (6%).
Hemos confmnado el constante incremento
porcentual de los RN previables en las autospsias infantiles al realizar su
distribución por años: en 1985 eran el 5,6% mientras que en 2000 llegaron a
ser el 46,5% del total de autopsias infantiles.
El primer hecho que nos ha sorprendido en el
análisis de las distintas variables estudiadas es el neto predominio de niños
frente a niñas (490 vs 380); predominio que se ha observado de forma casi
constante en todas las semanas estudiadas y en todos los grupos diagnósticos
(excepto en las TFF y los hidrops).
Otro hecho llamativo es que, en la muestra
general de RN previables, nace macerado aproximadamente 1 de cada 3 de ellos
(37%). Si quitamos el grupo de RN con infección placentaria, que es causa de
parto prematuro y de muerte inmediata postnatal por inmadurez, los RN
previables macerados son 1 de cada 2 (53%). Esto indica la existencia de
graves lesiones que provocan sufrimiento fetal y la muerte intrútero.
El grupo que ha sido más complicado de
analizar ha sido el de las lesiones placentarias que causan anoxia fetal
(n=267). En este grupo se ha encontrado el porcentaje mayor de macerados, que
alcanza el 61 %, y que indica la gravedad de estas lesiones. Estas afectaron,
de manera principal, al disco placentario en el 69%, al cordón umbilical en el
22% ya las membranas en el 9%. Estas lesiones fueron únicas en 131 casos y
múltiples (varias de ellas en el mismo caso) en 136.
Las lesiones mas frecuentes en el disco
placentario fueron hematomas (27%), infartos (25%) y endovasculitis
hemorrágica (25%). Hay una clara diferencia en la repercusión fetal entre
estas lesiones ya que la practica totalidad de las endovasculitis y de los
infartos de más del 25% del volumen placentario causan muerte intraútero y
maceración del feto; sin embargo, sólo el 22% de los hematomas lo hacen. Otras
lesiones menos frecuentes fueron edema vellositario, villitis o intervillitis,
hipertensión o preeclampsia y abruptio.
Las alteraciones más comunes relacionadas
con el cordón umbilical fueron las circulares del cordón y la inserción
velamentosa, que junto con estenosis, hiperespiralización y los nudos
verdaderos forman el 93% del total. Todas ellas tuvieron extrema repercusión
fetal ya que se asociaron con maceración en el 100% de los casos, excepto la
inserción velamentosa que lo hizo en el 69%.