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FRECUENCIA DE LA METAPLASIA INTESTINAL POR CROMOENDOSCOPIA

González Abad Horacio MD, Ugalde Jorge MD, Landivar Jacinto MD, Alvarez Emilio MD.

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[TITULO] [INTRODUCCIÓN] [MATERIAL Y MÉTODOS] [RESULTADOS] [ICONOGRAFÍA] [DISCUSIÓN] [CONCLUSIONES] [BIBLIOGRAFÍA]

ICONOGRAFÍA

CONCLUSIONES


DISCUSIÓN

La MI del estómago se considera como el reemplazo de mucosa gástrica antral y oxíntica por glándulas que tienen características histológicas, histoquímicas y fisiológicas de intestino delgado. La distribución de la MI del estómago en los adultos se conoce por el estudio realizado por Hashimoto et al en el Japón( 11 ) el que sugiere que se inicia en el antro(tipo A), se extiende hasta incluír el cardias(tipo B) y finalmente, cubre toda la curvatura menor(tipo O). Es una patología que actualmente ha cobrado gran importancia en el estudio de la carcinogénesis del cáncer gástrico y las teorías de la misma consideran a la MI como una etapa previa en su desarrollo ( 6 ), ( 7 ),( 12 ). (Ver figura 1 y figura 2)

Por otra parte, algunos estudios han demostrado una asociación estadísticamente significativa, aunque no en todos, entre el CG y la MI, especialmente del tipo III. Correa P.( 8 ) ha postulado que la infección por Helicobacter Pylori podría estar relacionada con la MI y, finalmente, con el CG. Adicionalmente considera que sólo algunas formas de gastritis están relacionadas con el GC; de estas la más importante es la gastritis atrófica multifocal, que es muy común en poblaciones de países en desarrollo y es fuertemente asociada con la infección por H. Pylori, aunque la gastritis antral difusa, también asociada con el H Pylori, podría estar relacionada con el CG.

La MI es comunmente encontrada en gastritis atróficas y parece ser un importante precursor del CG, primariamente del tipo intestinal o diferenciado. En el estómago el reemplazo de las glándulas gástricas por epitelio intestinalizado es acompañado por una expansión de la zona proliferativa, que puede ocupar la mayoría de la cripta metaplásica. Aunque el carcinoma gástrico difuso, así como el intestinal, han sido asociados con la exposición previa al H. Pylori esto es más común con el carcinoma del tipo intestinal( 13 ) (Ver figura 3)

Los diferentes tipos de MI pueden ser clasificados en base al contenido de mucina de las células columnares, a su morfología y las tinciones de la mucina. Filipe et al ( 10 ) han demostrado que el subgrupo del tipo III acarrea un riesgo aumentado de CG que los tipos I y II.

En nuestros países en desarrollo, conocemos que la infección por H. Pylori es altamente prevalente en pacientes sometidos a endoscopia digestiva alta,lo que se ha demostrado en estudios previos en nuestro país, observándose hasta un 93% de un grupo poblacional( 14y15 ). Por otra parte, nuestro país se encuentra dentro de la banda de países con elevada incidencia de CG; particularmente, las provincias de la sierra como es la nuestra. El conocer la incidencia de la MI en un país, como el nuestro, con alta incidencia de CG, resulta muy interesante, puesto que podría ayudar a la identificación de población en riesgo de desarrollar CG y asegurar una metodología para el seguimiento de pacientes en quienes se encuentra MI.

En este estudio, encontramos que la MI es muy frecuente en nuestra población con una incidencia aproximada al 60% en pacientes mayores de 30 años,lo que consideramos probablemente está de acuerdo con que se trata de una poblacián de alto riesgo para CG .La relación con la infección por H. Pylori no la hemos podido establecer puesto que se ha demostrado que esta infección no es encontrada en áreas de MI( 16 ) y además, el Azul de metileno inhíbe a la bacteria, por lo que no relizamos estudios tendientes a investigar la presencia del H. Pylori.

En cuanto al sexo, encontramos que el sexo masculino presenta un leve aumento en la incidencia de la MI,lo que está de acuerdo con la incidencia del CG en nuestra población, que es más frecuente entre hombres que en mujeres.

La edad de inicio de presentación de la MI, nos ha llamado la atención, puesto que, al igual que en otros estudios hechos en países con alto riesgo de CG, la MI se presenta en personas jóvenes. Esto se podría explicar en base a nuestra población está adquiriendo la infección por el H. Pylori a edades muy tempranas. Conforme avanza la edad de nuestros pacientes, encontramos que la incidencia de la Mi avanza progresivamente y, al llegar a los 70 años, más del 95% de los pacientes presentan algún grado de MI(ver cuadro #4). Esto nos conduce a reflexionar, si conociendo que la la mayoría de nuestros pacientes tienen MI después de los 50 años, Está, entonces, indicado hacer un control endoscópico periódico a los pacientes en quienes se ha demostrado MI?. En relación a nuestros hallazgos, no tenemos una respuesta adecuada, pero probalemente, se debería seleccionar subgrupos de pacientes con riesgo incrementado.

Observamos que la MI del tipo incompleta es muy frecuente en nuestros pacientes; cerca del 24%, lo que, igualmente, apoya el concepto de ser una población de alto riesgo y nos podría servir para establecer subgrupos de pacientes con riesgo incrementado, en quienes podría estar justificado un control periódico de la metaplasia intestinal.

Las coloraciones endoscópicas, nos ofrecen un método para el diagnóstico preciso de algunos desórdenes del tracto G-I; una variedad de nuevas manifestaciones e información a nivel topográfico que no pueden ser obtenidas por la endoscopia convencional. De acuerdo a la clasificación de los métodos utilizados, en la presente investigación hemos utilizado el método de la Tinción Biológica, grupo I, el que se basa en la absorción del colorante por las células epiteliales, en este caso, del azul de metileno. Para su aplicación rociamos directamente el colorante en la mucosa gástrica, luego de eliminar el moco del estómago ( 17 ). En nuestro estudio encontramos que este método tiene una alta sensibilidad y especificidad para mostrarnos las zonas con MI y permitirnos de este modo la toma de biopsias dirigidas,y en algunos casos descubrir lesiones con displasia, por lo que tratándose de una técnica sencilla de aplicar, de bajo costo, nos permite recomendar su uso tanto en investigaciones epidemiológicas como en la práctica clínica.

[TITULO] [INTRODUCCIÓN] [MATERIAL Y MÉTODOS] [RESULTADOS] [ICONOGRAFÍA] [DISCUSIÓN] [CONCLUSIONES] [BIBLIOGRAFÍA]

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CONCLUSIONES


González Abad Horacio MD, Ugalde Jorge MD, Landivar Jacinto MD, Alvarez Emilio MD.
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