Comunicación Nº: 006 English version English version

Problemas Diagnósticos del Carcinoma Epidermoide Fusocelular del Cérvix Uterino. Correlación Citohistológica.

Ana María Puig, Jorge Calvo de Mora(1), Juan Antonio García Jiménez(1), Marcial García Rojo, Vicente Furió(2), Rafael López, José Palacios(1) y Asunción Suárez(1).

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DISCUSIÓN

El carcinoma fusocelular, desde el punto de vista histogenético, parece comprobado que se trata de un tumor de origen epitelial, con una especial tendencia a presentar un patrón de crecimiento sarcomatoso en sus porciones más profundas (5).

El problema más difícil que se plantea en torno al carcinoma fusocelular de cérvix es distinguir este tumor del tumor mülleriano mixto homólogo, aunque la localización típica de este último sea en el cuerpo uterino. Pero en la triple toma citológica cérvico-vaginal nunca podremos establecer si existe extensión del tumor hacia el cérvix. El componente carcinomatoso del tumor mülleriano mixto puede ser epidermoide, aunque con mayor frecuencia es adenoescamoso o indiferenciado (5).

El carcinoma fusocelular puede ser considerar como diagnóstico probable cuando en un mismo extendido apreciamos células epiteliales malignas, junto a un componente fusocelular y de células gigantes (4). En nuestro caso, la presencia de células gigantes era escasa y las células fusiformes eran más llamativas en la toma endocervical. Pensamos que ante hallazgos citológicos como los descritos, es conveniente informar al clínico que nos encontramos ante un carcinoma indiferenciado, sin intentar filiar su etiología, e indicar siempre la realización de biopsias de cérvix y legrado uterino.

Un factor adicional a considerar en el diagnóstico citológico es la habitual diferenciación epidermoide que el tumor presenta en las zonas más superficiales, observándose una diferenciación fusocelular en las porciones más centrales del tumor (5). En nuestro caso también observamos este efecto, aunque en la extensión del tumor hacia el endocérvix el patrón en superficie era asimismo fusocelular.

El carcinoma ductal infiltrante extirpado diez años antes a la paciente nº 1 era histológicamente bien diferenciado y distinto del carcinoma de cérvix.

La biopsia cervical puede no ser concluyente si no se ha conseguido suficiente material en el que pueda distinguirse los diferentes componentes, pues este tipo de tumor suele estar ulcerado en superficie y presenta amplias zonas de necrosis.

En el estudio de este caso, valoramos los criterios establecidos por Abell en 1973 (8) para diagnosticar un tumor primario cervical, principalmente en lo relativo a que en la pieza de histerectomía, la neoplasia debe localizarse únicamente en el cérvix e no debe haber afectación del cuerpo uterino; y b) si la neoplasia afecta al canal endocervical, no deben existir neoplasias similares en histerectomías subtotales previas.

En nuestros casos el tumor ocupaba únicamente el cérvix y el canal endocervical, sin afectación de istmo. No se apreció afectación del cuerpo uterino a ningún nivel.

En este tumor es imprescindible realizar numerosas secciones, con el fin de identificar el componente epidermoide y además realizar estudios inmunohistoquímicos (citoqueratinas de bajo y alto peso moleculares, vimentina, CEA, S-100 y actina muscular específica), que nos permitan realizar el diagnóstico diferencial con otros tumores fusocelulares (leiomiosarcoma y sarcoma del estroma endocervical) o con el raro melanoma amelanótico de cervix. Desde el punto de vista ultraestructural, la presencia de pequeñas tonofibrillas es constante en la mayoría de las células neoplásicas pero hemos observado que en algunos casos pueden ser tan poco abundantes y discretas que la inmunohistoquímica puede resultar negativa.

El carcinoma fusocelular, en sus diversas localizaciones, parece no tener un comportamiento biológico distinto al carcinoma epidermoide convencional, considerándose el estadio tumoral como un factor más decisivo (4,5). Dado el escaso número de casos publicados en el tracto genital femenino(5,9), se desconoce la implicación pronóstica de este tumor. Nuestra paciente, tras 6 meses de evolución se encuentra libre de enfermedad.


Resultados

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