PROCESOS INFLAMATORIOS INTRAOCULARES


Hemos establecido anteriormente una clasificación anatomopatológica de las uveítis y hemos indicado que algunos procesos inflamatorios intraoculares como son las uveítis supuradas y las no granulomatosas cuando evolucionan simulan un retinoblastoma. Pero también es cierto que algunas uveítis granulomatosas como las producidas por el Toxocara canis y la tuberculosis han sido confundidas con él. Esta es la razón por la que la hemos incluido en este capitulo.

La endoftalmitis por Toxocara canis es un proceso causado por la larva del nematodo. Esta penetra a través de la mucosa intestinal y así recorre los diferentes órganos hasta que se localiza en el globo ocular (20). La presencia de parásitos en el vítreo o la retina da lugar generalmente a una imagen característica. Se forma en el seno de los tejidos oculares un granuloma parasitario constituido por una necrosis eosinófila (absceso eosinófilo) alrededor del parásito. A su vez este se rodea de una capa de células inflamatorias entre las que predominan los eosinófilos y las células plasmáticas. En ocasiones y como consecuencia del pequeño tamaño de la larva del Toxocara (20 x 400 milimicras) esta no es objetivable en los abscesos eosinófilos. Tampoco estas son tan abundantes como para encontrarlos en un corte de rutina de un globo ocular. En muchas ocasiones la larva del nematodo emigra a través de los vasos retinianos dando lugar a una capa granulomatosa parasitaria en la faz anterior de la retina. Esto da lugar a una vitreitis esclerosante causante de un desprendimiento en paraguas de la retina. Este cuadro da lugar a una leucocoria que en algunas ocasiones es confundido con un retinoblastoma.


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Revisado: martes, 13 mayo 1997.
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