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Por Antoni Gratacós i Bau. Director del Área Técnica Servei Catalá de Salut Tecnologías de la Información. Un difícil equilibrio |
1. INTRODUCCIÓN
Prever el futuro más o menos inmediato es, en términos generales, una actividad poco reconocida y escasamente aceptada. En algunos ámbitos, prever el futuro puede ser calificado de poco científico aunque se utilicen modelos matemáticos y/o organizativos extremadamente complejos. De hecho, prever es una función que todos requerimos pero somos prudentes por aquello de que es posible que no nos beneficie.
Por otra parte, definir objetivos globales perfectamente integrables con otros más concretos en nuestras organizaciones, es una tarea compleja y a la cual, en muchas ocasiones, nos resistimos al límite. Las causas pueden ser múltiples y entre ellas se pueden destacar dos:
1. Definir un conjunto de objetivos que vertebren un conjunto de actividades supone un riesgo que es necesario asumir.
2. Siempre hay un culpable, interno o externo, de nuestras irresponsabilidades.
La cultura y las técnicas de funcionamiento de nuestras organizaciones han estado evolucionando en el tiempo, pero todavía hoy existe aquel tópico respecto a cuándo el sistema sanitario será un sector normal en relación a otros sistemas de servicios a la población, aún teniendo en cuenta la especialidad de un producto.
Esta última consideración es tan válida aplicada a sistemas de información como a los ámbitos organizativos, de tecnología, etc.
¿Cuál es el futuro de los sistemas de información en el sector sanitario de nuestro país? De hecho, intuimos que aquel producto o servicio tiene un precio pero como desconocemos su con- tenido exacto, iniciamos nuestra particular puja desde la nada.
De todas formas, hay la impresión de haber gastado mucho e invertido poco. Este hecho no es contradictorio y tiene una explicación: pueden realizar importantes proyectos de infraestructuras en el ámbito de las tecnologías de la información, en nuestro contexto organizativo o en Europa, y en el momento de su efectiva aplicación a la realidad del día a día sean inviables por una multiplicidad de razones.
2. SISTEMAS DE INFORMACIÓN
"Volver a empezar" sería un buen eslogan para situar un conjunto de actividades necesarias entre todos. Antes de desarrollar esta idea, aproximarse a un conjunto de definiciones puede ser útil para entendernos:
- ¿Qué es un sistema de información?
- ¿Qué es un posible sistema de información incompleto?
Un sistema de información es el conjunto de funciones, procesos y datos que realiza una organización o bien que diseña para que se realicen.
Un sistema de información incompleto es centrar nuestro interés únicamente en los datos que se suministran con independencia de las funciones y procesos que los generan.
¿Qué sugieren estas definiciones en el ámbito de nuestra realidad diaria?
De hecho, un sistema de información es como un idioma que no sólo necesita un diccionario de palabras, sino un conjunto de reglas gramaticales para construir frases y transmitir ideas en base a un conjunto de frases debidamente estructuradas.
En este momento, y una vez establecido un cierto contexto de definiciones previas, volvemos a preguntarnos:
- ¿Cuál es el futuro de los sistemas de información en el sistema sanitario público?
De hecho, comunicarse es establecer un consenso. Posteriormente, se pueden establecer las interacciones necesarias entre organizaciones y profesionales en función de los objetivos que posiblemente serán diferentes entre ellos. ¿Qué nivel de consenso? Dirigir es establecer prioridades, decidir es admitir la posibilidad de equivocarse y gestionar es asumir escasez de recursos.
El sistema sanitario, una vez asumido un determinado modelo de separación y especialización defunciones, debe vértebras de en distintos ejes; entre ellos destacar:
Podemos seguir con una multiplicidad de funciones como pueden ser la evaluación de los resultados, qué productos se compran, quién y qué son las funciones de coordinación, cómo atender las necesidades de la población, qué rol deben tener las actividades de prevención y promoción,...
En general, nuestra participación o nuestro posicionamiento en este nivel dependen, en buena parte, de lo que intuimos que vamos a ganar o perder a corto plazo nosotros mismos o bien nuestras organizaciones, en relación al resto. De todas forma, un sistema de información es esto y no otra cosa. Nos aproximarnos a la realidad con datos, pero no nos comunicamos para establecer las bases comunes de funcionamiento del sistema sanitario. De hecho, en la medida que las organizaciones entienda que el problema no es tecnológico sino conceptual, sin lugar a dudas establecerán el pacto de gestión de su propia organización y, en definitiva, de su entorno.
3. TECNOLOGÍA INFORMÁTICA Y COMUNICACIONES
El sistema de información debe vertebrar la comunicación y, por tanto, depende del conjunto de actores que deben interpretar la obra de teatro que, por otra parte, hay que escribir.
La tecnología es otra cosa y, por tanto, la necesidad la necesidad no la resolveremos esperando una solución tecnológica. Los satélites van a aparecer y serán lanzados desde Estados Unidos o Rusia o España, pero si alguien no se decide a transmitir una voz, una película, de hecho resultaría una inversión muy importante, pero no tendría ningún sentido.
En general, es un sector muy atrasado, aunque todas las multinacionales nos dicen que es el de mayor crecimiento previsto para los próximos años, según sus análisis de mercado.
- ¿Qué tecnología compramos?
La respuesta es muy fácil: o muy avanzada, con problemas de estandarización y uso (muy relacionada con equipos médicos) ; o muy atrasada, con un nivel de obsolescencia muy elevado.
En general, y dado el nivel y dimensionamiento del mercado español así como la rapidez de la evolución tecnológica, debe seleccionarse aquella tecnología que sea de futuro, mediante un conjunto de estándares muy estrictos. No se puede adquirir de forma diversificada o bien todo aquello que el mercado nos está ofreciendo.
también en este sentido ha de establecerse un consumo estricto pero con objetividad en su análisis. Los ejemplos de frustraciones con importantes inversiones económicas son fáciles de encontrar en nuestro sistema.
El mismo razonamiento puede establecerse en el ámbito de las redes telecomunicaciones. Todo es comentarle pero nuestro mercado no es el de los Estados Unidos y, por tanto, las soluciones presentadas son muy costosas e imposibles de mantener a medio plazo.
4. CONCLUSIONES
¿Hacia dónde van a evolucionar los sistemas de información en el sistema sanitario público?
De hecho, terminaremos, como suele ser habitual, en un contexto como el apuntado, sin respuestas concretas. En realidad, vamos a evolucionar según podamos o queramos establecer los correspondientes pactos o consensos. Ello no implica renunciar a nuestro modelo organizativo sino todo lo contrario, ayuda a estabilizarlo y a darle futuro.
De todas formas, otro final al conjunto de reflexiones es dibujar un mundo idílico relacionado con las comunicaciones, la Internet, la Intranet, que nos va a permitir comunicarnos a todos pero sin vertebrar la base de los conocimientos en la gestión diaria. De todas formas, es necesario e imprescindible trabajar en estos entornos para demostrarnos que es el menor de los problemas.