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Reunión de la Asociación Territorial de Madrid
15 de JUNIO de 2001
HOSPITAL "SEVERO OCHOA" (LEGANÉS)

Hospital de LA PRINCESA

Cordoma condroide

Dr. Salamanca, Dr. Rivas Infante, Dr. Ricoy Campo, Dr. Martínez Tello
HOSPITAL UNIVERSITARIO "DOCE DE OCTUBRE"

CASO CLÍNICO:

Paciente varón de 34 años de edad que acude a la consulta de ORL por insuficiencia respiratoria nasal bilateral, más marcada en fosa nasal izquierda, de un año de evolución. A la exploración se evidencia proptosis del ojo izquierdo con exoftalmos leve y diplopia, así como una masa blanquecina y blanda en fosa nasal izquierda con abombamiento de la pared posterior derecha de la orofaringe, por lo que se solicita un TAC urgente. Ante la sospecha radiológica de estesioneuroblastoma, glomus o angiofibroma nasofaríngeo se realiza una biopsia de fosa nasal. Tras el diagnóstico histológico de la biopsia se decide realizar una reextirpación completa de la tumoración mediante craneotomía bifrontal y abordaje transfacial y transfaríngeo.

 

CARACTERÍSTICAS RADIOLÓGICAS:

Las imágenes radiológicas mostraban una tumoración voluminosa localizada en en el cavum nasofaríngeo que ocupaba coanas, fosas nasales y senos, erosionando la base del cráneo y alcanzando la región supraselar derecha. Muestra una captación intensa de contraste.

 

CARACTERÍSTICAS MACROSCÓPICAS:

La pieza de reextirpación de la lesión consistía en múltiples fragmentos de tejido de morfología irregular, coloración parduzca y consistencia blanda que agrupados medían 4 x 2 x 1,2 cm.

 

CARACTERÍSTICAS HISTOLÓGICAS:

Tanto la biopsia previa como la pieza de reextirpación mostraban las mismas características histológicas. Se trataba de una proliferación neoplásica de patrón de crecimiento lobular constituída por células grandes con citoplasmas amplios y vacuolados y núcleos por lo general pequeños y con atipia leve. Focalmente mostraba áreas con un mayor pleomorfismo y atipia nuclear. Estas células se disponían difusamente en grandes masas en las zonas más celulares, o bien en pequeños nidos o cordones inmersos en un material mixoide en las zonas con menor celularidad. No se observaron figuras de mitosis. Se identificaban focos de necrosis y de hemorragia, y áreas de diferenciación condral.

 

CARACTERÍSTICAS INMUNOHISTOQUÍMICAS:

 

El estudio inmunohistoquímico de la lesión demostró positividad para panqueratinas AE1-AE3, vimentina, HBME-1 y S-100, siendo negativa para sinaptofisina, cromogranina A, CD34 y HMB-45.

 

DIAGNÓSTICO ANATOMOPATOLÓGICO:

El diagnóstico fue de cordoma condroide.

 

DISCUSIÓN

El cordoma condroide fue descrito por Heffelfiger y colaboradores en 1973 como un subtipo de cordoma localizado en la base del cráneo que mostraba áreas de diferenciación condroide y que se asociaba a un mejor pronóstico que el cordoma clásico.

Aunque su incidencia exacta se desconoce, es una variante poco frecuente del cordoma convencional. Se localiza preferentemente en el clivus, presentándose en pacientes más jóvenes y de sexo femenino. Clinicamente cursan con dolor y síntomas de afectación de pares craneales. En raras ocasiones, como sucede en nuestro caso, debutan como masa nasofaríngea. No obstante, dentro de los tumores no epiteliales que afectan el tracto respiratorio superior son relativamente comunes, solo superados en frecuencia por angiofibromas, hemangiomas capilares, osteomas y linfomas malignos, por lo que es un diagnóstico a tener en cuenta.

Radiológicamente se manifiesta como una lesión osteolítica en la base del cráneo centrada en el clivus. Este hecho, junto con la demostración histológica de áreas condroides son datos imprescindibles para el diagnóstico de cordoma condroide.

La presencia de matriz condral obliga a plantear el diagnóstico diferencial con el condrosarcoma de bajo grado, aunque en esta localización sea excepcional. La presencia de células multivacuoladas (fisalíferas), así como su disposición en cordones o trabéculas es más característica del cordoma condroide, pero es necesario un completo estudio inmunohistoquímico para distinguir ambas entidades. Ambos tumores son positivos para S-100, vimentina y HBME-1 pero solo el cordoma condroide muestra reactividad para marcadores epiteliales (citoqueratinas y EMA). No obstante, aunque esto es lo más comunmente aceptado, aun existe controversia sobre su histogénesis y hay autores que niegan su existencia afirmando que el cordoma condroide no más que un condrosarcoma de bajo grado.

Aunque en un principio Heffelfinger afirmaba en su trabajo que el pronóstico del cordoma condroide era mejor que el del cordoma convencional, estudios posteriores refieren que la presencia de focos condroides en cordomas no tiene ningún significado pronóstico. Se atribuían estas discrepancias a que muchos condrosarcomas de bajo grado, que tienen un considerable mejor pronóstico, fueron diagnósticados como cordomas condroides. De ahí la importancia del diagnóstico diferencial entre estas dos entidades.

 

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Hospital de LA PRINCESA

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Actualizado: 21/06/2001