Como miembros de la Sociedad Catalana de Citopatología, estimamos
necesario realizar algunos comentarios sobre la noticia aparecida en
DM
en fecha 6-III-98, referente a una sentencia del Tribunal Supremo
sobre un caso de falso positivo en citología mamaria.
Un falso positivo en
citología mamaria es un hecho lamentable que nace casi siempre de un
error de interpretación, habitualmente a su vez fruto de la
inexperiencia.
La mayor parte de
libros o artículos sobre PAAF, especialmente si a citología mamaria se
refieren, hacen especial hincapié en la trascendencia que tiene para
lograr unos buenos resultados la experiencia del patólogo. Esta
experiencia es condición indispensable siempre que se vaya a realizar
una mastectornia basándose únicamente en el diagnóstico citológico.
En segundo lugar,
después del diagnóstico citológico de malignidad el tratamiento se
instaura, sin ulteriores comprobaciones, si tanto la clínica como la
imagen radiológica son sugestivas de malignidad. Esta pauta se conoce
como triple estrategia y creemos que se sigue en la mayoría de
centros. Por regla general, cuando sólo una de estas exploraciones es
sugestiva de malignidad, se procede a realizar una biopsia a cielo
abierto.
En tercer lugar, el
citopatólogo debe estratificar los diagnósticos, muy especialmente si
de los resultados que dé se derivara una actuación radical, de modo
que en la categoría de positivo estén sólo aquellos casos que sean
inequívocamente positivos dejando aquellas muestras aparentemente
positivas pero que por algún motivo -poca celularidad, mala
preservación, inexperiencia-dejen un margen de duda como
probablemente positivas o sospechosas.
Si se siguen estas
pautas, las posibilidades de hacer un falso positivo son prácticamente
nulas.
Creemos que en el
caso que ha dado lugar a la citada sentencia no se han cumplido estos
supuestos y que, por tanto, no se pueden sacar conclusiones acerca de
la utilización de la citología a partir de un hecho desgraciado, pero
afortunadamente anectótico.
Por otro lado, la
afirmación que se encuentra en la demanda y que aparece destacada en
el artículo de que "...al dejar siempre el análisis citológico un
margen de incertidumbre..." nos parece desacorde con la realidad.
Igualmente, estamos convencidos de que el "sector científico
minoritario" que es citado en el artículo como el único que creía
innecesaria la biopsia preoperatoria es precisa y paradójicamente el
formado por aquellos patólogos con una mayor experiencia en el campo
de la citología. Con ello volvemos. al inicio de este argumento: para
obtener resultados fiables es precisa la experiencia o, enunciado a la
inversa, sin experiencia no se consiguen buenos resultados.
Por otra parte,
realizar una biopsia preoperatoria en un caso claramente positivo no
es cierto que aumente la seguridad, puesto que la certeza no admite
matices, mientras que sí que es cierto que alarga el tiempo de
anestesia e introduce un elemento de ansiedad tanto a la paciente como
al personal sanitario involucrado; sin olvidar que en las lesiones
mamarias de menos de 1 cm no está indicada por la posibilidad de
perder el material representativo del tumor en los cortes por
congelación.
Que el diagnóstico citológico de malignidad en mama es, en buenas
manos, absolutamente fiable creemos que lo evidencia el hecho de que
en países como Estados Unidos, donde la presión jurídica sobre los
errores médicos es tan alta, sea el método utilizado en muchos casos
para proceder a una mastectoffiÍa o para otras intervenciones o
tratamientos de mayor morbilidad.
El pasado
6-III-98, DM se hizo eco de la doctrina sentada por una sentencia
de la Sala Civil del Tribunal Supremo, que condenó a un médico y al
Servicio Andaluz de Salud a pagar 9 millones de pesetas a una paciente
a quien se practicó una mastectomía radical tras una citología que
arrojó un falso positivo. La sentencia exigía confirmar el diagnóstico
citológico con una biopsia. En la carta adjunta, Ramón Muns,
presidente de la Sociedad Catalana de Citopatología y en
representación de la junta, sale al paso de tal doctrina. En una carta
dirigida al doctor Muns, Mercedes Santamaría, presidenta de la
Sociedad Española de Citología, se suma a la matización
científica del pronunciamiento judicial: "Hay que tener en cuenta que
se está juzgando un caso ocurrido hace 13 años, cuando la aplicación
de la citología no era tan extendida como en el momento actual ni
existía tanta experiencia de diagnóstico. El que ocurra un caso
aislado no quiere decir que se pueda generalizar ni poner en duda el
valor de una técnica ni de quienes la practican". Es posible consultar
la sentencia íntegra a través de un foro que DM Internet mantiene
sobre la comunicación de errores al paciente.