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| Clara Aurrecoechea |
9 de julio de 1997 |
El análisis anatomopatológico en los pacientes
con osteosarcoma ha permitido mejorar la supervivencia. Así lo ha puesto
de manifiesto Alberto Ayala, del Anderson Cancer Center de Texas, durante
un curso sobre Avances en Patología Tumoral que se celebra en Málaga. El
experto también ha señalado las ventajas de la administración de
quimioterapia preoperatoria y la infusión intraarterial de drogas.
La revisión de todos los casos de osteosarcoma
convencional nos ha permitido mejorar el tratamiento de los pacientes que
en el análisis anatomopatológico mostraban una necrosis del tumor de un 90
a un 95 por ciento", ha revelado Alberto Ayala, del Anderson Cancer Center
de Texas, en Estados Unidos, durante un Curso sobre Avances en Patología
Tumoral Osea, que se celebra en la Universidad de Málaga.
Ayala ha explicado que el osteosarcoma es una enfermedad maligna de hueso
que se presenta principalmente en jóvenes, especialmente en sujetos con
edades comprendidas entre los 10 y 20 años. "Esta lesión hace 25 años
producía una mortalidad en un 80 por ciento de los personas afectadas,
pero la quimioterapia ha permitido que la supervivencia se sitúe entre el
60 y el 70 por ciento".
En este sentido, el patólogo estadounidense ha indicado que "uno de los
manejos del osteosarcoma es administrar quimioterapia al enfermo antes de
hacerle la resección, para reducir el tamaño de la lesión y ver si es
posible resecarla para que los pacientes afectados no pierdan su pierna, y
desde que se inició el tratamiento con quimioterapia se han salvado muchas
vidas".
El tratamiento que administra el Anderson Cancer Center para el
osteosarcoma es "la infusión intraarterial de drogas; las principales son
el cisplatino y la adriamicina. Nosotros comenzamos el manejo de los
enfermos con esta terapia en 1980 aproximadamente; y recientemente decidí
revisar todos los casos que habían recibido esta terapia, que son
alrededor de 129, lo que nos ha permitido mejorar nuestro tratamiento, ya
que hace 10 años pensábamos que, una vez administrada la quimioterapia al
paciente, si se observaba en el estudio anatomopatológico la presencia de
necrosis del tumor en un 90 por ciento, el enfermo iba a tener una
supervivencia excelente administrándole el tratamiento convencional. Si
había menos del 90 por ciento de necrosis, se le trataba más
agresivamente".
"Esta revisión -ha agregado- me ha permitido evaluar todos los tumores
para ver el porcentaje de necrosis, y he analizado su evolución por grupos
de arriba para abajo, es decir del 100 al 90 por cien, del 90 al 80 o del
80 al 70, y lo interesante fue descubrir que aquellos sujetos que tenían
entre el 95 y 100 por cien de necrosis les había ido muy bien y tenían una
supervivencia excelente".
No obstante, ha asegurado, "los individuos que poseían entre el 95 y 90
por cien de necrosis, entre el 45 y 50 por cien de los pacientes, habían
muerto. Y además, he observado que en el siguiente grupo, el que presenta
de un 80 a un 90 por cien de necrosis en el tumor, la supervivencia había
sido muy semejante al primer grupo".
Más agresiva
"Había una relación muy paradójica porque estos
pacientes que tenían entre el 80 y 90 por ciento de necrosis en el
análisis anatomopatológico habían tenido una supervivencia sin presentar
metástasis ni ningún otro problema.
Así, llegamos a la conclusión de que esto se debía a que los enfermos
habían recibido una quimioterapia más agresiva", ha reflexionado Ayala,
"por lo que hemos comenzado a tratar de esta forma a los pacientes que
presentan entre un 90 y un 95 por ciento de necrosis en el osteosarcoma,
aplicándoles la infusión intraarterial con cis-platino y adriamicina".
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