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| Raquel Serrano |
31 de julio de 1997 |
La ecopsia, nueva técnica para realizar
autopsias que posibilita investigar las causas de la muerte de una forma
no invasiva, ofrece numerosas ventajas frente al estudio post-mortem
tradicional. Desarrollada por el equipo de Juliana Fariña, catedrática de
Anatomía Patológica de la Universidad Complutense de Madrid, tiene una
indicación absoluta en el estudio necrópsico en niños.
La incorporación de nuevas tecnologías en
los estudios post-mortem ha posibilitado que multitud de procesos
patológicos, anteriormente no bien delimitados, puedan llevarse a cabo y,
además, de una forma no invasiva.
Esto tiene además una importancia adicional ante un hecho demostrado:
desde hace unas décadas el número de autopsias ha disminuido en todos los
países. Los patólogos tienen claro que "la llave última la tiene la
familia, por lo que es esencial una renovación que se traduzca en mostrar
a la sociedad las ventajas que reportan los estudios post-mortem", ha
explicado a DM Juliana Fariña, catedrática de Anatomía Patológica de la
Universidad Complutense de Madrid, y jefe de Servicio del Hospital Clínico
San Carlos.
Correspondencia
Así, entre los días 4 y 8 del próximo mes
de agosto, los principales equipos internacionales especializados en
estudios post-mortem mostrarán las nuevas ideas que se han ido
incorporando a la técnica de la autopsia dentro del curso Autopsia:
pasado, presente y futuro, que se celebrará en la Universidad de Verano de
El Escorial y que dirige la profesora Fariña.
La ecopsia, nueva técnica desarrollada por el equipo del Clínico, es un
claro exponente de los avances que se han producido. Consiste en
investigar las causas de la muerte de una forma no invasiva, ya que se
lleva a cabo mediante control ecográfico tomando, con una aguja de punción
diseñada especialmente, mínimas cantidades de tejido.
Patología articular
En estos momentos, el equipo del Clínico
cuenta con una serie de 197 casos doble ciego. En el análisis estadístico
de las 100 primeras autopsias "se ha encontrado una correspondencia del 94
por ciento con la causa de la muerte. El porcentaje disminuye cuando han
aparecido otras enfermedades fundamentales silentes".
Para Fariña, la ecopsia es una indicación absoluta en el caso de los
niños, pues permite investigar nuevos cuadros morfológicos no bien
resueltos por la autopsia tradicional.
"En neonatos, por ejemplo, la patología osteomuscular no suele ser
detectada por el patólogo si previamente no se ha realizado un TAC, una
resonancia magnética o una ecografía".
El abordaje del cerebro en niños también justifica el empleo de la ecopsia,
ya que "este método permite observar el cerebro intacto a través de la
fontanela. Cuando el cerebro de un niño, que muchas veces ha muerto dentro
del útero, se extrae, lo normal es que tenga grandes alteraciones
post-mortem, por lo que resulta muy complejo predecir cómo estaban las
estructuras previamente".
Según la catedrática, además de que se trata de un metodo barato, ya que
el coste inicial se amortiza pronto y permite realizar el estudio en menos
de dos horas sin desfigurar el cadáver, la ecopsia parece que va teniendo
un peso específico ante la realización de autopsias de personas con
enfermedades infecciosas o de alto riesgo de contaminación, como es el
caso del sida o de las hepatitis.
En este sentido, la especialista indica que en el curso de El Escorial
está prevista la participación del doctor Sherif Zaki, del Centro de
Enfermedades Infecciosas (CDC) de Atlanta, que realiza autopsias en
personas afectadas por el virus del Ebola.
"Estas autopsias de alto riesgo deben tener unas características muy
especiales porque han de conseguir de forma muy precoz las muestras para
microbiología. En estos casos, la ecopsia localiza el lugar de los
abscesos y las muestras, extraídas de forma absolutamente estéril, con
suficientes gérmenes para realizar el cultivo".
Autopsia endoscópica
En los últimos cinco años, los equipos
especializados en estudios post-mortem han ido introduciendo en las salas
de autopsias modernas tecnologías que han facilitado y perfeccionado el
trabajo de los patólogos.
Concretamente, el grupo del doctor Jehuda Hiss, de la Universidad de Tel-Aviv,
en Israel, que participará en el encuentro de El Escorial, ha incorporado
la endoscopia y la laparoscopia en autopsias forenses.
Sin embargo, y según Fariña, estos métodos presentan limitaciones. "En el
caso de la endoscopia, y al realizarse mediante la introducción de tubos,
hay dificultades para observar el exterior. Si se trata de la
laparoscopia, el gran inconveniente es que no puede adentrarse en el
interior de grandes órganos como el hígado, por lo que no detecta nódulos
intrahepáticos o quistes intrarrenales.
Tampoco puede estudiar el retroperitoneo y están limitados a la pared
torácica".
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