"Las razones de este incremento son todavía desconocidas y no se pueden explicar sólo por los avances diagnósticos", explica Vicente Romagosa, investigador del Servicio de Anatomía Patológica de la Ciudad Sanitaria de Bellvitge, en Barcelona.

El experto, que participa en un estudio multicéntrico sobre este tipo de evaluación, considera que "es evidente que se debe analizar la asociación entre diversos agentes infecciosos y los distintos tipos de linfomas".

Estudio prospectivo

Dicho trabajo multicéntrico europeo, donde se incluirán 2.000 casos y 2.000 controles, contempla un estudio prospectivo de casos y controles para investigar la relación entre los factores de riesgo epidemiológicos y su asociación con la enfermedad.

Los sujetos del estudio son casos consecutivos de linfomas diagnosticados por primera vez en los centros participantes e incluye los controles emparejados por edad, sexo y centro de tratamiento. Además de la entrevista personalizada, se recogen muestras de suero y biopsias de la zona tumoral.

Igualmente, se realiza un seguimiento clínico-serológico de un año de los casos, además del análisis de regresión logística para la estimación de la odds ratio para cada factor de interés y de Hazrd ratio para estimar valor pronóstico.

De esta forma, añade Vicente Romagosa, "el seguimiento de los casos permitirá establecer el papel pronóstico de los marcadores serológicos". El equipo de investigación se ha planteado identificar diversos agentes, como el virus Esptein-Barr (VEB), el virus de la hepatitis C, el VIH, el virus del herpes-8 y el Helicobacter pylori. La asociación se analiza según las distintas variantes genotípicas identificadas para cada uno de los agentes infecciosos en distintos grupos de linfomas.

"Uno de los objetivos del estudio se centrará en estimar el valor pronóstico de la infección por VEB y sus variantes genotípicas, además de analizar el riesgo atribuible de los factores asociados para los distintos grupos de linfomas".

Recientemente se ha planteado que el incremento de incidencia puede obedecer a la reacciones inmunes alteradas por exposición vírica. Sobre esta hipótesis se está trabajando, pero todavía no se dispone de datos definitivos.

El diagnóstico de los casos se fundamentará según los criterios de la clasificación REAL y quedan excluidos los casos con recidivas de la enfermedad.

Determinaciones

Las determinaciones implicarán la expresión de Ebers y la de LMP-1, así como el estudio molecular de los genes LMP-1 y EBNA-3C, además de la detección de anticuerpos a Epstein-Barr en suero o en plasma.

Para la detección del virus de la hepatitis C colabora el Servicio de Anatomía Patológica del Hospital Virgen de la Salud de Toledo. Por otro lado, una línea de investigación del laboratorio que dirige Romagosa, ha estudiado la distribución y los niveles de neoplasias linfoides según la clasificación REAL en un análisis prospectivo que engloba a más de 900 pacientes. Para los expertos, la clasificación REAL ha permitido categorizar los casos con mucha mayor especificidad.