Manuel M. Morente,responsable de la Unidad en el CNIO. Foto: Agustín Iglesias.

Hace ya un par de años que arrancó la red nacional de bancos de tumores puesta en marcha por el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), en Madrid. Esta experiencia, pionera en Europa y única en el mundo por sus características, empieza a dar sus frutos con la publicación de trabajos en revistas biomédicas que, basándose en las muestras de tejido obtenidas del banco de tumores, encuentran evidencia científica de la implicación de determinados genes en algunos procesos de cáncer.

"El banco de tumores es una herramienta que permite a investigadores y clínicos avanzar en el conocimiento de la enfermedad oncológica", ha subrayado Manuel Morente, director de la Red Española de Bancos de Tumores del CNIO y organizador de unas jornadas sobre bancos de tumores en Europa en las que se han reunido expertos internacionales en la materia.

"La organización del banco de tumores español está sirviendo como modelo para la puesta en marcha de otros proyectos europeos", ha matizado Morente, concretando que se trata de una red cooperativa, que persigue conseguir muestras de todos los tipos de tumor y que cuenta con una maquinaria engrasada, "de demostrada eficacia y que permite salirse de los protocolos habituales (que sería conseguir muestras de tejido tumoral y no tumoral, fijado y congelado) siempre que un determinado proyecto lo requiera".

La dinámica de funcionamiento del banco de tumores parte de los hospitales asociados que recogen el tejido y lo disponen en bases de datos. En la red nacional de bancos de tumores del CNIO están asociados actualmente 13 hospitales españoles, y "se espera la incorporación de hasta 5 más en los próximos meses", que ponen a disposición de la investigación sus muestras tumorales.

El papel del banco de tumores consiste en "promover el nacimiento de bancos en hospitales, acreditar su calidad y asociarlos en una red cooperativa", ha detallado Morente. Asimismo, "mantenemos una base de datos, interconectamos información, facilitamos protocolos, ofrecemos asesoramiento técnico y coordinamos las peticiones para investigar que pueden venir de hospitales asociados, no asociados, universidades o grupos de coordinación internacional", ha añadido.

El experto ha resaltado que "no vendemos tejido a la industria, pero podemos llegar a establecer cooperaciones con ella, dentro de una relación científica no comercial, siempre que los proyectos tengan la suficiente importancia".

Aunque también en el área de los bancos de tumores Estados Unidos saca un par de décadas de ventajas, lo cierto es que el modelo español difiere considerablemente del norteamericano: "Hemos aprendido de ellos a ser más realistas. Los americanos trataron de hacer un diseño tan pragmático que no sólo es imposible, sino que impide que se haga un buen diseño". De esta forma, el banco español, por ejemplo, no incorpora el seguimiento clínico de los pacientes.

Diferencias
Como diferencia al modelo americano, Morente destaca el funcionamiento en una red coperativa, "algo impensable en el sistema competitivo americano, basado por completo en instituciones privadas".

Morente ha reconocido que el proyecto genoma ha supuesto un antes y un después en el tratamiento del cáncer: "En la investigación actual, para estudiar los genes las muestras tienen que tratarse de forma distinta, seguir fijando en formol, pero congelar para poder realizar técnicas de biología molecular".