VIII CURSO DE  HEMATOPATOLOGÍA

Segundo Curso de Formación Continuada a Distancia

Tortosa 2001

 

 

S8.  CORRELACION ENTRE EL ASPIRADO MEDULAR, LA BIOPSIA ÓSEA Y EL INMUNOFENOTIPO EN LINFOMAS DE  CÉLULA PEQUEÑA.

Dra Alicia Domingo-Claros / Dra. Esther Alonso / Dr. Vicente Romagosa*. Servicio de Hematología y *Anatomía Patológica. Hospital Universitari Prínceps d´Espanya. L´Hospitalet de Llobregat. Barcelona.

 

 

 

CASO 3

 

HISTORIA CLÍNICA

ICONOGRAFÍA

DIAGNÓSTICO

DISCUSIÓN

BIBLIOGRAFÍA

 

 

HISTORIA CLÍNICA:

Paciente de 62 años de edad que ingresa el 14-3-97 por la aparición de una tumoración parotídea derecha. No presentaba antecedentes patológicos de interés salvo hiperuricemia.

 

Exploración física: Buen estado general sin síntomas B. No se palpan adenopatías periféricas ni visceromegalias. 

Pruebas complementarias: Hemograma: Hb:154g/L, VCM: 86 fL, leucocitos: 7,1x109/L, linfocitos (2.2x109/L) de morfología normal. Plaquetas: 206.0x109/L. Bioquímica: LDH: 6,8 mKat/L, albúmina: 68g/L, proteínas totales: 70g/L

 

Se realizó una PAAF de la tumoración parotídea que mostró celularidad monomorfa linfoide de núcleos irregulares y cromatina fina granular, y se informó como población linfoide con atipias sugestiva de linfoma. Con esta información se realizó una biopsia ganglionar/parotídea que se informa como linfoma folicular de célula centrofolicular grado I; no puede descartarse que la lesión se origine en un ganglio intraparotídeo.

La impronta de biopsia ósea mostró una médula conservada con 5% de linfocitos heterogéneos, sin morfología sugestiva de centrocitos. No se realizó inmunofenotipo  por falta de suspensión celular, por lo que se consideró como médula no infiltrada. La biopsia ósea mostró una estructura trabecular normal, las tres series bien representadas y la presencia de agregados paratrabeculares de linfocitos tipo centrocitos compatible con linfoma folicular.

RX: en la TAC toracoabdominal se observaban adenopatías mediastínicas peritoneales, retroperitoneales y axilares pequeñas. Esteatosis hepática.

 

 

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ICONOGRAFÍA

 

   1,2: imagen del ganglio al diagnóstico con infiltración nodular por linfocitos pequeños maduros de núcleo irregular mezclados con algún elemento inmaduro o centroblasto. Linfoma folicular grado I.

    3,4,5: en el aspirado medular de reevaluación se aprecia infiltración intersticial por linfocitos con morfología de centrocitos y algún  centroblasto.

  6: en el inmunofenotipo  se detecta una población CD19 y CD79b  positiva que coexpresa CD10, CD5 negativa y porcentaje invertido de IgS lambda (20%) respecto a kappa (9%), lo que se interpreta como una población patológica.

    7,8: en la biopsia ósea no se detecta infiltración paratrabecular ni intersticial que sugiera infiltración por linfoma.

  9: la tinción para CD20, a raíz de los resultados de la citometría y el aspirado medular pone de manifiesto una mínima infiltración paratrabecular.

 

 

 

 

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DIAGNóSTICO:

LINFOMA FOLICULAR grado I ESTADIO IV.

 

Comentarios:

 

El paciente, después de 6 meses de abstención terapéutica, inició tratamiento con quimioterapia: Leukeran y prednisona,  por detectarse aumento de las adenopatías en una TAC de control.  Se obtuvo buena respuesta con disminución de la masa tumoral..

 

Evolución:

 

En un control a principios de este año aparece pequeña banda monoclonal,  y aumento de LDH (9,6 mKat/L). En la TAC se aprecia recidiva retroperitoneal, peri-renal y a nivel de bifurcación ilíaca mazacote adenopático de 6x3. Se decide administrar 6 ciclos de FCM (fludarabina, ciclosfosfamida y mitoxantrone), que el paciente rechaza por lo que se vuelve a administrar leukeran y prednisona.

 

En la biopsia ósea de reevaluación previa al tratamiento se observó: trabéculas conservadas, las tres series bien representadas y sin evidencia morfológica de infiltración por linfoma. En la impronta de la biopsia se aprecia una infiltración del 14% por linfocitos atípicos cuya morfología sugiere centrocitos y centroblastos. El estudio inmunofenotípico por citometría de la suspensión celular  muestra una población linfoide B del 13% y una población T del 12%. Aislada la población B CD19 se observa un CD79b: 35% (m), CD10: 60%, un CD5 y CD23 negativos y un predominio de cadenas lambda 19% (i) sobre kappa: 10%, lo que se interpreta como infiltración por linfoma folicular. Con estos resultados se realiza un CD20 en la biopsia ósea que permite detectar una mínima infiltración paratrabecular.

 

 

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DISCUSIÓN casos 2 y 3:

 

El linfoma folicular es uno de los linfomas no Hodgkin más frecuente en nuestro medio. Acostumbra a comportarse de manera indolente, tiene buena respuesta a la quimioterapia pero recidiva con frecuencia, por lo que se considera un linfoma incurable. La base molecular de este linfoma  en el 95% de los casos es la presencia del gen bcl-2 hecho relacionado con la presencia de la t(14;18) o reordenamiento del gen, lo que confiere una alta protección de estas células a la apoptosis, lo que junto a una capacidad proliferativa baja condiciona su comportamiento clínico. Es probable que además de la activación del gen bcl-2, intervengan otras lesiones genéticas o factores del huésped, para desarrollar un linfoma folicular. En el curso de la evolución, la ocurrencia de otras lesiones genéticas como mutaciones de la p53, reordenamientos del c-myc o inactivación de la p16 favorecen la progresión a un linfoma de célula grande. La presentación ganglionar diseminada con afectación de médula ósea al inicio es un hecho frecuente; la expresión periférica es poco frecuente al inicio (20%). La valoración de la infiltración en medula ósea la podemos realizar mediante técnicas morfológicas como aspirado medular o impronta, biopsia ósea, inmunofenotipo y/o inmunohistoquímica. La sensibilidad de la citología en el aspirado medular o impronta versus la histología en la biopsia ósea está en función del grado y del tipo de infiltración. En el 70% de casos la infiltración es nodular y frecuentemente paratrabecular, en estos casos la biopsia ósea sola permite confirmar la positividad de la médula ósea, y puede pasar desapercibida en el aspirado medular, como ocurrió en el caso 3 al diagnóstico, e incluso en la suspensión celular para realizar el inmunofenotipo ya que debido al tipo de infiltración paratrabecular acompañada de fibrosis, impide que obtengamos la población patológica al aspirar. En el 30% de casos restantes la infiltración es intersticial o difusa, y dependerá del porcentaje de infiltración, la rentabilidad de uno u otro método; en los casos en que la infiltración es mayor del 30% se detectará en ambos métodos, si la infiltración es inferior al 30% acostumbra a ser más rentable la citología junto con el inmunofenotipo y puede pasar desapercibida en la biopsia ósea, como ocurrió en el caso 2 y en la reevalución en el caso 3. El inmunofenotipo nos permite aislar la población linfoide B adquiriendo un número importante de células que permita detectar clonalidad mediante la restricción de IgS y la positividad delante de diferentes antígenos como CD10 en caso del linfoma folicular, junto con  la expresión de IgM, IgD y el comportamiento de otros marcadores B como CD20, CD79b, FMC-7 y CD22.

 

La realización y valoración conjunta de estas técnicas permite mayor rentabilidad, tanto en el diagnóstico como en el seguimiento de estos linfomas, que utilizadas aisladamente; además, es importante siempre que sea factible, añadir al estudio la detección por biología molecular del gen bcl-2 que constituye un  método diagnóstico y el mejor método de seguimiento junto con la b2-microglobulina que se asocia con la recaída, como se ha demostrado recientemente.

 

 

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Bibliografía:

 

  1. Hanson CA, Kurtin PJ, Katzmann JA y cols. Immunophenotypic analysis of peripheral blood and bone marrow in the staging of B-cell malignant lymphoma. Blood 1999; 94(11): 3889-3896.

 

  1. Lopez-Guillermo A, Cabanillas F, Mclaughlin P y cols. Molecular response assesed by PCR is the most important factor predicting failure-free survival in indolent follicular lymphoma: update of the MDACC series. Annals of Oncology, 11 suppl 1:137-40. 2000.

 

  1. S Pittaluga, A Tierens, Y L Dodoo y cols. How reliable is histologic examination of bone marrow trephine biopsy specimens for the staging of non-Hodking lymphoma?.  Am J Clin Pathol, 111: 179-184, 1999.