VIII CURSO DE  HEMATOPATOLOGÍA

Segundo Curso de Formación Continuada a Distancia

Tortosa 2001

 

 

 

 

S5 Hallazgos inesperados en Inmunohistoquímica.

Dr. Tomás Álvaro Naranjo / Dr. Joaquín Jaén Martínez

Servicio de Patología. Hospital de Tortosa Virgen de la Cinta.

 

 

C6. LINFOMA (ENFERMEDAD) DE HODGKIN

 

ÍNDICE

 

DESCRIPCIÓN DEL CASO

DISCUSIÓN

BIBLIOGRAFÍA

 

 

DESCRIPCIÓN DEL CASO

 

Hombre de 38 años de edad con antecedentes de amigdalectomía a los dos años.

 

Consulta en la actualidad por presentar adenomegalias múltiples axilares bilaterales de hasta 5 cm de tamaño. La exploración muestra también una adenopatía inguinal derecha de 1 cm de diámetro.

 

Analítica: Leucocitos 14500, Hb 12´4, plaquetas 355000.

 

Masa bulky mediastínica. La ecografía abdominal muestra una leve hepatomegalia del lóbulo izquierdo y en el bazo se observan múltiples nódulos hipoecogénicos de 5 a 15 mm. Adenopatías retroperitoneales paraórticas y celíacas de 25 a 30 mm.

 

Evolución: Enfermedad de Hodgkin, Esclerosis nodular, Estadio III A. Tratamiento según esquema híbrido C-MOPP/ABV.

 

Resulta refractario al tratamiento, y a los 12 meses del diagnóstico inicial se inicia tratamiento de rescate (mini-BEAM) y se plantea auto-TMO. En el curso del tratamiento síndrome febril en el contexto de neutropenia postquimioterapia, del que se recupera tras tratamiento con ceftazidima y amikacina junto con G-CSF. Remisión parcial.

 

Al segundo año tras el diagnóstico, se realiza auto-TMO, sin respuesta, apareciendo nueva recidiva con infiltración pleural y derrame pleural. Se inicia tratamiento radioterápico.

 

Vivo con enfermedad a los tres años del diagnóstico.

 

Descripción morfologica e inmunofenotipica:

 

Ganglio linfático con estructura general alterada incluyendo engrosamiento y fibrosis capsular, tractos escleróticos y una desorganización arquitectural del parénquima a expensas de numerosas células grandes con intenso pleomorfismo,  uni o multinucleadas, con nucléolos eosinófilos prominentes y citoplasma amplio y claro con frecuente artefacto o retracción periférica que produce imagen típica de célula lacunar. Presencia de células de Reed-Sternberg. Existe una celularidad acompañante de fondo constituida por numerosos histiocitos, polinucleares eosinófilos, células plasmáticas y linfocitos. Frecuentes y amplias zonas de necrosis.

 

El estudio inmunohistoquímico muestra un perfil sobre la celularidad atípica CD45 negativo y CD15 positivo con ocasionales células atípicas positivas para CD20 (10%). LMP-1 y CD30 son negativos, o con tinción muy débil y ocasional para el último. La celularidad linfoide acompañante corresponde de forma mayoritaria a linfocitos T (CD3).

 

 

H.E.

H.E

H.E.

CD15

CD15

CD30

CD30

CD45

CD45

CD20

CD20

CD20

CD20

CD3

P53

 

Diagnóstico:

 

GANGLIO LINFÁTICO (REGIÓN AXILAR DERECHA):

 - ENFERMEDAD DE HODGKIN, ESCLEROSIS NODULAR.

 

ÍNDICE

DISCUSIÓN

 

Introducción

 

Desde 1832 en que fue descrita por primera vez (Hodgkin 1832), múltiples teorías han caracterizado la enfermedad de Hodgkin (EH) como proceso reactivo / tumoral, así como su elemento celular principal. A día de hoy, sólo respecto de la naturaleza neoplásica de la enfermedad parece existir consenso, hablándose ahora ya de linfoma y no de enfermedad de Hodgkin, pero continuando el debate entorno al origen de la célula proliferante que caracteriza el proceso. Además, y pese a ser una enfermedad bien conocida, sigue planteando numerosas situaciones de auténtica dificultad en el terreno del diagnóstico diferencial, tanto en lo que se refiere a su reconocimiento, con numerosas variedades y apariencias morfológicas; como a su inmunofenotipo, con frecuentes excepciones al perfil típico; como desde el punto de vista conceptual, con aspectos cercanos a linfomas no Hodgkin B, linfoma anaplásico y otros.

 

Para poner un ejemplo reciente, Cazals-Hatem D, et al, 2001, han comunicado 77 pacientes con enfermedad de Hodgkin que fueron diagnosticados y tratados erróneamente como linfoma no Hodgkin. Los tres hematopatólogos que hicieron la revisión cambiaron el diagnóstico de 46 casos basándose en datos morfológicos, que habían sido interpretados inicialmente como linfoma anaplásico-Hodgkin like (ALCL-HL), linfoma anaplásico, linfoma periférico de células T o linfomas B. Los otros 31 casos, que habían sido considerados por dicho panel como ALCL-HL o linfoma periférico de células T, sólo fueron finalmente identificados como EH tras el estudio inmunofenotípico. Las consecuencias clínicas del tratamiento como linfoma no Hodgkin de los casos de EH fue una disminución del tiempo de supervivencia, probablemente debido a un mayor número de recaídas.

 

Uno de los avances recientes que ha contribuido a aclarar parte de esta confusión es el análisis genético que permite reconocer en el ALCL la t(2;5) o alguna de sus variantes, con sobreexpresión de la proteína ALK, que no es encontrada en la EH. Así pues, el grupo de linfomas llamados inicialmente ALCL-HL han dejado de ser considerados como ALCL y son considerados en la actualidad EH.

 

Con respecto a la confusión con linfomas B, al menos dos son las situaciones que nos podemos encontrar. La primera es el diagnóstico diferencial entre paragranuloma y linfoma B rico en células T, con CD15-, CD30-, EMA+ y CD20+ en ambos casos. La otra es el hallazgo de células CD20+ en la EH, como ilustra el caso que presentamos en este seminario, y que se encontró en 7 de los casos comunicados por Cazals-Hatem D, et al, 2001, motivo por el que fueron erróneamente diagnosticados como linfoma no Hodgkin. Cabe añadir aquí que 9 de sus casos mostraron positividad para CD3 en células de Hodgkin y R-S, aunque con patrón citoplásmico y nunca de membrana, razón por la que habían sido diagnosticados de linfoma T o ALCL. Finalmente se objetivó positividad para EMA en 7 casos, para CD45 en 10, CD43 en dos y TIA1 en 8. Todos fueron negativos para ALK, un 31% para CD15 y 5% fueron negativos para CD30.

 

 

Clasificación y célula de origen

 

Tal y como ha ocurrido con otros síndromes linfoproliferativos, se mantiene la idea de que la identificación de la célula de origen de la EH permitiría una conceptualización correcta de la enfermedad, con una mejor clasificación de la misma y el nacimiento de nuevos abordajes diagnósticos y terapéuticos.

 

Determinada por la presencia de células de Hodgkin y de Reed-Sternberg diagnósticas, sobre un ambiente celular reactivo característico, la EH ha gozado de amplio consenso taxonómico, con escasas variaciones a lo largo de los años. Las recientes clasificaciones REAL (Harris 1994, Morente 1995) y OMS (Jaffe 1997, Álvaro 1997) identifican cinco categorías  de la enfermedad (Tabla 1) dentro de dos grupos principales, enfermedad de Hodgkin Clásica (EHc) y enfermedad de Hodgkin predominio linfocítico (PLN) con marcadas diferencias respecto a la morfología e inmunofenotipo de la célula tumoral así como respecto de la composición del ambiente celular  no neoplásico acompañante.

 

Tabla 1

 

REAL

OMS

Lymphocite predominance

Lymphocite-rich classic

Nodular  sclerosis

Mixed cellularity

Lymphocytic depletion

 

Nodular Lymphocite predominance

Lymphocite-rich classic

Nodular  sclerosis (grades I – II)

Mixed cellularity

Lymphocytic depletion

 

 

 

En los últimos años el análisis de los genes de las células de R-S mediante amplificación por PCR en células obtenidas por micro manipulación han supuesto un avance considerable en la comprensión conceptual de la EH. Las evidencias apuntan hacia un origen sobre células B post-germinales de las células de R-S y un origen sobre células B del centro germinal para las células L&H. Pero también existen datos que sugieren que al menos en una pequeña proporción de casos las células de R-S derivan de linfocitos T, especialmente aquellos que contienen moléculas citotóxicas.

 

También el papel del virus de Epstein-Barr ha sido destacado en la EH, a través del efecto de LMP-1 sobre otras proteínas como TNF y el factor de transcripción NF-kB y debido al déficit de respuesta de las células-T citotóxicas a LMP-1.

 

Además las manifestaciones clínicas de la enfermedad, incluyendo los síntomas B  y la inmunodepresión derivan del efecto de las citocinas liberadas por el tumor, así como el resto del micro ambiente celular y tejido fibroso característicos de la enfermedad (Kadin ME, 2001).

 

¿Sólo dos formas de enfermedad de Hodgkin?

 

El PLN constituye el 5% del total de casos de EH con predominio en varones entre 25 y 45 años, que suelen presentarse en estadios clínicos precoces con respuesta completa al tratamiento en el 90% de los casos. La célula tumoral, L&H, evidencia rasgos inmunohistoquímicos diferenciales respecto a la clásica célula de Reed-Sternberg con inmunorreactividad frente a CD45/45RB, CD20, cadena J de inmunoglobulinas y ausencia de expresión de CD30 y CD15. La identificación de mutaciones somáticas en los genes de las regiones variables de las inmunoglobulinas establece el origen en células B de centro germinal.

 

La EHc muestra una presentación bimodal  con un pico de incidencia entre los 15-35 años sin predominio por sexos, buen pronóstico y predominio del tipo esclerosis nodular. El segundo pico, por encima de los 50 años con predominio en varones, mayor incidencia del tipo celularidad mixta y curso clínico más agresivo. La población celular tumoral (célula de Reed-Sternberg y sus variantes) no supera en ocasiones el 1% del total, con inmunofenotipo clásico CD30+, CD15+, CD45- (Vimentina +, Fascina +, CD40+, CD20 -, CD3 -, EMA -, ALK-). Merece la pena destacar que han sido comunicadas excepciones en la expresión esperada prácticamente para todos y cada uno de los marcadores mencionados, a veces incluso con implicaciones de tipo pronóstico, como ocurre en la negatividad de CD15, que supone un factor pronóstico negativo independiente para recidivas y supervivencia (von Wasielewski R, et al. 1997).

 

La diferenciación entre PLN y EHc ha encontrado recientemente nuevo eco. Anagnostopoulos I. et al. 2000, revisaron 388 pacientes con el diagnóstico de PLN. Tras la revisión sólo el 56% de los casos fueron confirmados, debido fundamentalmente al reconocimiento de una nueva variante de EHc, también con patrón nodular y muy rica en linfocitos, denominada enfermedad de Hodgkin clásica nodular rica en linfocitos. Con un inmunofenotipo clásico, CD30 y/o CD15+, casi un tercio de los casos muestra positividad para CD20, 13% para CD79a y un 6% para EMA. Clínicamente estos pacientes presentaron unas características diferentes tanto del PLN como del resto de formas de EHc.

 

El  PLN muestra un inmunofenotipo característico distinto del resto de tipos de EHc, lo que ha servido para sugerir desde hace tiempo que esta enfermedad compuesta por células B y derivada de células del centro germinal, debería ser clasificada como un Linfoma no Hodgkin. Y, en efecto, las células L&H expresan consistentemente CD45 y  marcadores de línea B, como CD20, y frecuentemente EMA. Más difícil es la demostración de restricción de cadenas ligeras de las Ig, al menos por métodos inmunohistoquímicos, aunque puede ser demostrada por hibridación in situ (Stoler MH, et al, 1995). Además, y a diferencia de en la EHc, las células L&H no expresan vimentina, CD15 y casi nunca CD30 (Rudiger T, et al, 1998). Son características las rosetas de células CD57+ alrededor de las células L&H, aunque ni se ven en todos los casos ni cuando se ven son enteramente específicas de esta enfermedad.

 

La EHc rica en linfocitos ha sido incorporada en la clasificación de la OMS como un tumor difuso, con pocas células R-S sobre un fondo de linfocitos con pocos eosinófilos y células plasmáticas. El diagnóstico diferencial que se plantea es con la rara forma difusa del predominio linfocítico y, en menor medida, con las fases celulares de la esclerosis nodular o la celularidad mixta. Pero en contraste con el predominio linfocítico, aquí las células tumorales muestran el inmunofenotipo característico R-S que ya ha sido mencionado más arriba, aunque también pueden expresar CD20. Además existe una variante folicular o nodular de esta enfermedad con las mismas características (Ahston-Key M, et al, 1995).

 

Los estudios inmunofenotípicos juegan un papel decisivo en la distinción entre predominio linfocítico y EHc, variando entre el 12-24% las interpretaciones morfológicas (von Wasielewski R, et al. 1997), con el consiguiente impacto sobre el curso clínico. Otro estudio más reciente ha demostrado el valor del inmunofenotipo en la clasificación del predominio linfocítico y la EHc rica en linfocitos (Diehl V, et al, 1999). De 426 casos diagnosticados como predominio linfocítico, sólo el 51% fue confirmado tras la revisión histológica y el estudio inmunohistoquímico. El resto correspondieron 115 casos (27%) a EHc rica en linfocitos, y el resto a una mezcla de EH, LNH y lesiones reactivas.

 

 

 

¿Puede considerarse a las células de Hodgkin y R-S de la EHc como células B?

 

Las células de Hodgkin y de R-S representan una población clonal derivada la mayoría de las veces de células B predestinadas a morir, pero que escapan del proceso apoptótico a través de algún mecanismo transformante. Las evidencias de un origen B son múltiples.

 

Existen numerosas observaciones de casos de EH que expresan antígenos normalmente asociados a células B (Korkolopoulou P, et al. 1994; Schmid C, et al, 1991; Siebert JD, et al, 1995; Zukerberg LR, et al, 1991; Vasef MA, et al, 1997). Al menos CD20, CD79a, CD19, CD138 y PCA-1 han sido mostrados en un número variable de casos (Watanabe K, et al, 2000).

 

El factor de transcripción específico de células B (BSAP) está codificado por el gen Pax-5, expresado por todas las células B excepto por células plasmáticas terminalmente diferenciadas. Foss et al (1999), identifican expresión de BSAP mediante técnicas inmunohistoquímicas y de hibridación in situ en el 80% de casos de EHc y en todos los PLN, confirmando el origen en células B de estos procesos. Considerando el papel de BSAP en diferentes funciones, incluyendo el incremento de expresión de antígenos de células B como CD19 y CD20, la ausencia de expresión de estos marcadores por parte de las células tumorales es atribuida a la débil-moderada expresión de BSAP detectada.

 

La proteína BCL6 es un represor transcripcional en dedos de zinc codificada por el protooncogén BCL6. En condiciones fisiológicas, es expresada por células B del centro germinal pero no por precursores inmaduros de células B ni células plasmáticas, siendo necesaria para la formación y función de los centros germinales( Cattoretti  1995, Dent 1997).

 

Falini et al (1996) observan la constante expresión de BCL-6 por parte de las células L&H (100%) así como sobre la celularidad reactiva acompañante con ausencia de expresión de CD40 ligando. Todo ello vendría a corroborar un distintivo origen celular en los casos de PLN a partir de células B centro germinales, frente a EH clásica, en la que la expresión sólo se identifica en el 30 % de los casos, con un fenotipo BCL-6 - / CD40L+ de los linfocitos T CD3+ / CD4+ acompañantes.

 

Por su parte, Carbone et al. (1998) establecen la existencia de dos categorías fenotípicas de la enfermedad de Hodgkin, sobre la base de la expresión de BCL6 y Syn-1. Syn-1 es un proteoglicano implicado en la interacción célula-matriz extracelular expresado por células B post-centro germinal, incluyendo inmunoblastos y células plasmáticas. Los resultados muestran la existencia de dos variantes de expresión. Por un lado, BCL-6+ / syn-1 – establecería un origen celular a partir de célula B de centro germinal, habiéndose evidenciado la expresión en el 100% de casos de PLN. En contraste, Bcl-6- / syn-1+, indicativo de origen en célula B postgerminal, es expresado por células RS en la mayoría de casos de enfermedad de Hodgkin clásica.

 

Diversos trabajos concluyen en la misma línea cuando se tipifica la enfermedad de Hodgkin respecto a la expresión de BCL-6, no obteniéndose expresión de otros marcadores de células B centro foliculares como CD10 (Dogan 2000).

 

El origen postgerminal de la célula de RS, identificado mediante la determinación de la expresión de BCL-6- / syn-1 + (Carbone 1998) en la mayoría de casos de E. H. clásica es establecido, asimismo, en los casos asociados a infección VIH (Carbone 1999), así como mediante el estudio de la expresión de MUM-1 (Carbone 2001). MUM1 / IRF 4 es un factor de transcripción perteneciente a la familia del factor regulador del interferón, con especificidad linfocitaria, identificado por su participación en la traslocación t(6;14)(p25;q32) del mieloma múltiple (Lida 1997) y considerado marcador del paso final en la diferenciación de células B intra-CG y de la maduración hacia células plasmáticas (Falini 2000). Se observa una consistente expresión de BCL-6 - / MUM-1 + / Syn-1 +, indicativo de un origen en célula B post-CG en el 100% de los casos estudiados, representativos todos ellos del espectro patológico de EH Clásica.

 

En el timo las células B medulares han sido apuntadas como el origen de las células de Hodgkin y RS, especialmente en función de la positividad para CD20 observado en ellas (Krugmann J, et al, 1999).

 

 

¿ Estirpe T ?

                       

Seguramente una de las principales dificultades en el terreno del diagnóstico diferencial de la EH se plantea con ALCL o linfoma T. Ya se ha mencionado que puede encontrarse positividad para CD3 en células de Hodgkin en más del 10% de los casos, aunque de forma globular intra citoplásmica y no de membrana. Este hallazgo, reconocido desde hace tiempo por Cibull ML, et al, 1989, dio pie a pensar que al menos algunos casos de EH podían originarse sobre linfocitos T activados. En la práctica, la investigación de reordenamiento para TCR puede ayudar a realizar el diagnóstico diferencial entre EH y linfoma T con presencia de células de tipo RS-like (Quintanilla-Martinez L, et al, 1999). La mayoría de estos casos de EH muestra reordenamiento clonal para el gen de las Ig, y no hay reordenamiento para TCR a pesar de la expresión citoplásmica de CD3. Pero el 15% de EH con expresión de CD3, es decir, entre 1-2% de todos los casos de EHc, muestran reordenamiento para TCR gamma (Seitz, V, et al, 2000), mostrando pues una derivación T.

 

El mismo grupo (Seitz, V, et al, 2001) ha comunicado que todos los casos de EHc derivados de células B presentan mutaciones de BCL-6, en contraste con aquellos derivados de células T, que no lo hacen.

 

Finalmente, el hallazgo de granzima B, perforina y TIA-1 no constituye una rareza en células de Hodgkin y R-S (Oudejans JJ, et al, 1996), lo que ha servido para hipotetizar un posible origen a partir de células T citotóxicas activadas o incluso de células NK. Por cierto que también parece posible que células de R-S derivadas de células B maduras expresen de forma aberrante moléculas citotóxicas T (Muschen M, et al, 2000). La posibilidad de que las células de Hodgkin y R-S que coexpresen diferentes marcadores representen fusiones celulares ha sido, de momento, descartada (Kuppers R, et al, 2001).

 

Células dendríticas foliculares

 

Existen evidencias que parecen sugerir que bajo el término de enfermedad o linfoma de Hodgkin se incluyen un grupo de enfermedades diversas, y no sólo en cuanto a presentación morfológica o curso clínico, sino también en lo que se refiere a la célula que da origen al tumor.

 

Profundizando en esa idea, se han comunicado una serie de casos de EH con morfología e inmunofenotipo característicos (CD30, CD15), que presentan marcadores de células dendríticas foliculares como CD21 (Delsol G, et al, 1993), y además también DRC1, CD35, R4/23 y Ki-M4p (Nakamura S, et al, 1999). Ninguno de estos casos presentaba marcadores de células B y, en ellos, el estudio del genotipo mostró configuración en línea germinal tanto para el gen TCR como para el de cadenas pesadas de las Ig.

 

Células dendríticas interdigitantes:

 

También se ha sugerido una posible relación de estas células con EH. Aquí los argumentos empleados son una morfología de las células de Hodgkin y R-S similar a las células dendríticas interdigitantes, una estrecha interacción con las células T del entorno inmediato, que ambos tipos celulares presentan en común, y la expresión de fascina (Pinkus GS, et al. 1997).

 

 

Inmunobiología y carga tumoral

 

La EH es un tumor de células de Hodgkin y R-S secretoras de citocinas, capaces de modular la sintomatología clínica y la apariencia histológica de la enfermedad (Kadin ME, 2001). Que se sepa, la eosinofilia puede ser atribuida a la secreción de IL-5 y eotaxina, la hiperplasia mieloide acompañante a la secreción de GCSF, la esclerosis nodular a TGF-beta1 y factor de crecimiento fibroblástico, la supresión inmune también a TGF-beta1 y los síntomas B a IL-6.

 

El paciente presentado en este seminario tenía masa bulky en la presentación. Existen evidencias de la significación pronóstica de la carga tumoral en enfermedad de Hodgkin y renovados esfuerzos por definirla con exactitud (Gobbi PG, et al, 2001). Posiblemente los niveles de IL-2R y de CD30 son asimismo marcadores de carga tumoral (Kadin ME, 2001).

 

Quedan por contestar todavía algunas cuestiones que plantea la EH en la actualidad, que se presenta como un grupo de enfermedades con orígenes diversos, con implicaciones etiológicas desconocidas más allá del papel del VEB, con apariencias morfológicas y acompañamiento reactivo muy diverso y con inmunofenotipo variable, como es el caso que se presenta en este seminario, con expresión de CD20 y en cambio ausencia de CD30. ¿Poseen estos hallazgos significación en la refractariedad al tratamiento de este paciente?

 

ÍNDICE

BIBLIOGRAFÍA

 

 

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