Resultados y discusión
A la consulta acudieron un total de 190 pacientes con lesiones quísticas del tiroides comprobadas por ultrasonido, las cuales fueron incluidos dentro del protocolo de seguimiento para este tipo de lesiones. (Gráfico 1)
A 92 pacientes se les realizó solo una punción aspiradora, de ellos 42% no asistieron mas a consulta desconociéndose si desapareció el nódulo del tiroides. En 8 pacientes se indicó la exéresis quirúrgica lo que representa 8.7%. En el resto se eliminó el componente quístico, aplicando seguimiento endocrino a 9 pacientes y se consideraron como curados completamente a 24.
Se le realizaron hasta 2 punciones evacuadoras a 36 pacientes de los cuales 6 dejaron inconcluso el seguimiento, 2 fueron remitidos para tratamiento quirúrgico, y el resto desapareció el componente quístico, 16 de ellos continuaron con seguimiento endocrino y 12 curaron completamente su patología tiroidea.
Con tres punciones evacuadoras se atendieron 58 pacientes, de los cuales 7 fueron sometidos a tratamiento quirúrgico, 27 pacientes se les indicó seguimiento endocrino y los 24 pacientes restantes curaron completamente.
Existió un grupo de 4 pacientes en los que se realizaron 4 procederes aspirativos de los cuales el 100% logró la eliminación del quiste tiroideo.
Existen tres condiciones fundamentales en las que se indicó exéresis quirúrgica de la lesión tiroidea:
- Siempre que concluido el protocolo de seguimiento, la lesión quística persistió,
- Cuando eliminado o no el componente quístico había una marcada deformidad del cuello y síntomas comprensivos.
- Cuando se comprobó en el estudio citológico la presencia de una lesión tumoral maligna quistificada, Específicamente de un carcinoma papilar.
Es un error el considerar a las lesiones quísticas como benignas, por lo que es imprescindible el completamiento del protocolo de seguimiento para que una vez evacuado el componente quístico se tome muestra de la pared o indicar la exéresis quirúrgica, si persiste este componente una vez aplicado el protocolo, para de esta manera lograr el diagnostico del cáncer. (10,11)
En un alto por ciento de los pacientes no fue necesario realizar tratamiento quirúrgico. La mayoría de ellos correspondieron a verdaderos quistes tiroideos y con la aplicación adecuada del protocolo de seguimiento se logró la evacuación del contenido quístico, el colapso de las paredes de la lesión y la cicatrización, lo que se comprobó por ecografía posterior a la última aspiración. El resto correspondieron a bocios con cambios degenerativos quísticos en los que la aspiración logró la evacuación total del fluido y el componente sólido presentaba un tamaño menor o igual a 2cm, por lo que son seguidos con tratamiento endocrino.
Es importante que el protocolo de seguimiento se cumpla totalmente ya que de esta manera aumentan las posibilidades de diagnosticar una lesión maligna quistificada, así como de curar el componente quístico evitando la intervención quirúrgica en la mayoría de los casos (4-9). En nuestra investigación, fueron aplicados métodos estadísticos que comprobaron que con cada aspiración aumentan en un 23 % las posibilidades de cura.
La tabla se refiere los 190 pacientes con quistes del tiroides que se diagnosticaron mediante la BAAF, y a los que según el protocolo de seguimiento se les realizó una, dos y hasta tres punciones evacuadoras, con intervalos de 1 mes entre ellas y examen ecográfico previo para la valoración evolutiva del tamaño de la lesión. De forma excepcional se realizaron hasta 4 aspiraciones y esto acumuló un total de 354 procedimientos aspirativos.
Del total de pacientes (190), en 64 (33.7%) se logró la evacuación del contenido quístico, colapso de las paredes y cicatrización, lo que se comprobó por ultrasonido posterior a la última aspiración (pues se trataban de verdaderos quistes simples tiroideos), 52 pacientes (27.4%) son seguidos con tratamiento endocrino por corresponder a bocios con cambios degenerativos quísticos en los que la aspiración logró la evacuación total del fluido y el componente sólido presentaba una talla menor o igual a 2cm. Esto significa que la BAAF en nuestra casuística logró la curabilidad del componente quístico en 116 pacientes para 61.1%, y evitó la agresión quirúrgica en ellos.
En el Gráfico 2 se correlacionó el número de BAAF con el por ciento de curados y se halló una línea de regresión y=a+bx+cx2 y un coeficiente de correlación (r) de 0.88, lo que nos indica que con cada punción evacuadora asciende en un 23% la probabilidad de cura.
En 9 pacientes (4.7%) no se ha concluido el seguimiento para la evacuación total de quiste. En 17 (8.9%) se realizó exéresis quirúrgica, que se indicó en 8 de ellos, después de una primera punción por corresponder a la etapa inicial de aplicación del método y validación del citopatólogo, en 2, después de dos punciones evacuadoras, por presentar marcada deformidad del cuello y síntomas compresivos y en los 7 casos restantes se indicó la intervención quirúrgica después de tres punciones evacuadoras por persistencia de este componente, en 1 de ellos se comprobó por la BAAF un carcinoma papilar quistificado, que después de evacuada la mayor parte del fluido quístico, se pudo tomar muestra de la pared. Abandonaron el tratamiento de evacuación de los quistes 48 pacientes, es decir 25.3%, de ellos 42 afectados que correspondieron a la mayoría lo hicieron después de una primera punción.
fiogf49gjkf0dProtocolo de seguimiento de las lesiones tiroideas.">
Gráfico 1 - fiogf49gjkf0d Protocolo de seguimiento de las lesiones tiroideas.
Tabla 1 - Resultados de la aplicación del protocolo de seguimiento en los quistes tiroideos.
fiogf49gjkf0dCorrelación y regresión no lineal de las lesiones quísticas tiroideas curadas.">
Grafico 2 - fiogf49gjkf0d Correlación y regresión no lineal de las lesiones quísticas tiroideas curadas.
|