Intestino delgado.

Órgano tubular que se extiende desde el píloro gástrico hasta la válvula ileocecal, donde comienza el intestino grueso. Se divide en tres porciones, el duodeno, el yeyuno y el íleon, que de forma general mantienen las mismas características histológicas.

Túnica mucosa: presenta diversas especializaciones que garantizan un aumento de la superficie de absorción, estas son:

  • Pliegues circulares (válvulas de Kerkring): son pliegues semilunares compuestos por mucosa y submucosa (Fig. 351), son estructuras continuas que se ven a simple vista, especialmente desarrolladas en el yeyuno. Faltan al comienzo del duodeno y desaparecen de forma gradual en el íleon.
  • Vellosidades intestinales: dan un aspecto aterciopelado a la mucosa. Son elevaciones de esta compuestas por un núcleo de tejido conectivo laxo, que pertenece a la lámina propia, recubierto por epitelio superficial (Fig. 351). En el corte transversal se distinguen como islotes de tejido conectivo revestidos del epitelio de superficie (Fig. 352).
  • Criptas de Lieberkühn: glándulas tubulares simples de unos 400 µm de profundidad, localizadas entre las vellosidades y que se extienden a través de casi toda la lámina propia hasta la lámina muscular de la mucosa (Fig. 352) (Fig. 353).

Epitelio de superficie del intestino delgado: epitelio cilíndrico simple compuesto por los seis tipos celulares siguientes:

1. Células absortivas: son cilíndricas altas con un núcleo en posición basal. La superficie libre presenta un nítido borde en cepillo o placa estriada. El citoplasma muestra eosinofilia débil (Fig. 354) (Fig. 355) (Fig. 356).

2. Células caliciformes: distribuidas entre las células absorbentes. Menos frecuentes en el duodeno, aumentan en dirección al íleon. Producen mucina que lubrica y protege el epitelio intestinal (Fig. 354) (Fig. 355) (Fig. 356).

3. Células de Paneth: localizadas en el fondo de las criptas de Lieberkühn. Son células piramidales, con núcleo basal y gránulos de secreción supranucleares muy eosinófilos (Fig. 357). Secretan lisozima que tiene efecto bactericida.

4. Células enterocromafines: células secretoras de hormonas polipeptídicas. Tienen gránulos con afinidad por el cromo y la plata localizados en la porción basal de las células. Son difíciles de identificar con las coloraciones comunes. Se describen dos tipos, el abierto, con microvellosidades en su ápice que contactan con la luz del órgano y el tipo cerrado (Fig. 358), cuyo ápice está cubierto por otras células epiteliales.

5. Células M: células epiteliales especializadas que recubren los nódulos linfáticos de las placas de Peyer del íleon. Presentan invaginaciones de la membrana que contienen linfocitos. Estas células interiorizan antígenos de la luz del íleon y los transportan a los linfocitos que emigran a los nódulos y ganglios linfáticos.

6. Células madre pluripotenciales: localizadas en las criptas, difíciles de identificar. Proliferan y dan lugar a células precursoras de los demás tipos celulares.

Lámina propia: compuesta de tejido conectivo reticular laxo, rico en células. Se extiende hasta la parte superior de la vellosidad formando el núcleo de tejido conectivo de las mismas y rellena el espacio entre las criptas. Son abundantes los linfocitos y las células plasmáticas (Fig. 353) (Fig. 356). Los linfocitos suelen formar folículos linfáticos aislados o conglomeraciones de folículos para formar las placas de Peyer (Fig. 359), características del íleon, localizadas en la cara opuesta a la unión con el mesenterio y que pueden contener más de 50 folículos.

Lámina muscular de la mucosa: se compone de una capa circular interna y una longitudinal externa (Fig. 360). Desde la capa interna parten finos haces de células musculares lisas que se extienden hasta el extremo superior de la vellosidad formando un haz longitudinal en su parte central, cuya contracción produce movimiento de la vellosidad.

Túnica submucosa: representada por tejido conectivo bastante laxo por el que transcurren los vasos sanguíneos y linfáticos de mayor tamaño. También se distinguen grupos de células ganglionares del plexo de Meissner (Fig. 362). En el duodeno se destacan las glándulas submucosas de Brunner, que suelen comenzar en el píloro, siendo más desarrolladas en el primer tercio del duodeno (Fig. 360). Están compuestas por células mucosas típicas con núcleos aplanados hacia la base y citoplasma claro vacuolado (Fig. 361) (Fig. 362). Los conductos excretores poseen epitelio cilíndrico bajo y perforan la muscular de la mucosa para desembocar en las criptas de Lieberkühn.

Túnica muscular: compuesta de una capa circular interna y una longitudinal externa separadas por tejido conectivo de espesor muy variable. Contiene el plexo mientérico.

Túnica serosa: compuesta por mesotelio con tejido conectivo subyacente en el que se encuentran abundantes fibras elásticas justo por debajo de la membrana basal del las células mesoteliales.

 

Intestino grueso.

Representa la última porción del tracto digestivo (Fig. 363). Se extiende desde la válvula ileocecal hasta el ano y se divide en tres secciones, el ciego, al que se une el apéndice vermiforme, el colon y el recto.

Túnica mucosa: la superficie luminal del intestino grueso es bastante lisa puesto que no presenta vellosidades, no obstante continúan las glándulas tubulares bajo la forma de criptas de Lieberkühn, que son más largas y rectas que en el intestino delgado.

El epitelio de revestimiento es cilíndrico alto. El borde en cepillo de las células absortivas es más bajo que en el intestino delgado. Son mucho más abundantes las células caliciformes (Fig. 364) (Fig. 365). Al igual que en el intestino delgado aparecen células madre pluripotenciales y células más indiferenciadas hacia el fondo de las criptas (Fig. 366), donde además, se encuentran algunas células enteroendocrinas (Fig. 367).

La lámina propia se compone de tejido conectivo reticular laxo rico en células, pero es muy escaso debido a que las glándulas están muy juntas (Fig. 364). Se observan folículos linfáticos solitarios con mayor frecuencia que en el intestino delgado y se pueden extender hasta la profundidad de la submucosa.

La lámina muscular de la mucosa se compone de una capa circular interna y una longitudinal externa (Fig. 366).

Túnica submucosa: se compone de tejido conectivo laxo que puede contener cantidades considerables de tejido adiposo (Fig. 364). En esta capa se distingue el plexo de Meissner.

Túnica muscular: muestra una capa circular interna y una longitudinal externa (Fig. 363) cuyas fibras se agrupan en tres bandas, las tenias del colon. En el recto desaparecen las tenias y la capa muscular longitudinal externa vuelve a tornarse uniforme.

Además del plexo mientérico de Auerbach, entre las capas musculares circular y longitudinal se encuentra un reticulado de células ramificadas, denominadas células de Cajal, las cuales son células musculares lisas especializadas que actúan como marcapaso de la musculatura lisa. Este sistema de células intersticiales, aparece en toda la parte del tracto digestivo que posee musculatura lisa en la túnica muscular, siendo un eslabón regulador entre la inervación autónoma y la musculatura lisa. Son las células de origen de los tumores del estroma gastrointestinal y se marcan selectivamente con el anticuerpo CD 117.

Túnica serosa: se compone de mesotelio y tejido conectivo subseroso (Fig. 363). En el colon se forman los apéndices epiploicos, pequeños pliegues peritoneales llenos de grasa sobre la superficie del intestino grueso.

Canal anal: zona de transición donde la mucosa se une a la piel. A este nivel se observan pliegues mucosos longitudinales, las columnas rectales, cada una de las cuales contiene una rama terminal de la arteria y la vena rectales superiores que se anastomosan con la vena y la arteria rectales inferiores. En su base distal las columnas se relacionan con pequeños pliegues de la mucosa, las válvulas anales, que forman pequeñas invaginaciones, los senos anales. Las válvulas y los senos forman una línea irregular ondulada, la línea pectinada.

La mucosa de la porción superior del canal anal corresponde a la mucosa del colon, pero cerca de la línea pectinada desaparecen las criptas de Lieberkühn y el epitelio se torna estratificado plano, a veces queratinizado. Al mismo tiempo desaparece la lámina muscular de la mucosa (Fig. 368). El último centímetro de canal anal está revestido por piel normal y presenta glándulas sebáceas y sudoríparas. También hay glándulas anales mucosas (Fig. 369).

La capa circular interna de musculatura lisa se engruesa y forma el músculo del esfínter anal interno. Por la parte externa se forma una gruesa capa de musculatura esquelética estriada, el músculo del esfínter anal externo (Fig. 368).

 

Apéndice vermiforme.

Parte del ciego como una evaginación terminal de longitud variable. Posee una estructura similar a la del intestino grueso pero con ciertos rasgos propios (Fig. 370).

Túnica mucosa: la luz presenta un contorno irregular pudiendo estar ocluida por completo. Carece de vellosidades y hay menos glándulas de Lieberkühn que en el intestino grueso. El epitelio consiste en su mayor parte en células cilíndricas absortivas con borde en cepillo, las células caliciformes son más escasas. Siempre se encuentran células argentafines en las criptas (Fig. 371).

La lámina propia está totalmente infiltrada por linfocitos que forman un anillo completo de folículos solitarios. Los folículos penetran en la muscular de la mucosa y también aparecen en la submucosa (Fig. 370).

La muscular de la mucosa es poco definida, difícil de identificar.

Túnica submucosa: es gruesa y suele contener numerosos adipocitos (Fig. 370).

Túnica muscular: mucho más delgada que la del resto del intestino grueso. La capa longitudinal externa es continua, sin presentar tenias (Fig. 370).

Túnica serosa: no se diferencia de la serosa intestinal (Fig. 370).