RESULTADOS Al versar los protocolos de necropsia del año 2002 del Departamento de Anatomía Patológica del Hospital Abel Santamaría correspondieron 742 necropsias clínicas, de ellas resultaron fallecidos por Tromboembolismo Pulmonar (TEP) 102 casos para un 13,74 %, de ellos 68 como Causa Directa de Muerte (CDM) para un 66,66%, como Causa Intermedia de Muerte (CIM) 18 casos con 17,64% y como Causa Contribuyente de Muerte (CCM) 16 fallecidos con un 15,70%. Esto coincide con la literatura revisada donde oscila entre un 10 y 15% de muertes por TEP en pacientes hospitalizados. Debiendo señalar que en nuestro trabajo no se recogen fallecidos por causa violenta los cuales se reportan fallecimientos por eventos tromboembólicos el 5-10% y para algunos autores representa la primera causa de muerte en pacientes quemados y politraumatizados. (6) En la Tabla #1 observamos la distribución según sexo y color de la piel por grupos etáreos. A medida que aumenta la edad aumenta la frecuencia de TEP. En nuestro estudio 51 pacientes masculinos de los 52 estudiados se encontraban por encima de los 50 años y 44 del sexo femenino, representando 95 casos para un 93,22% del total de fallecidos poTEP. No existiendo diferencias significativas para el sexo. A los individuos de color blanco representan el mayor porciento en nuestro trabajo (66%) Para nosotros esto no tiene mucho valor por tomar en cuenta la disposición étnica en nuestro país. Otros centro coinciden en que es más frecuente para los individuos de más de 60 años y más frecuente en hombres que mujeres (1,6-8) (1) Al analizar el servicio de procedencia en la Tabla #2 el 66,66% de los fallecidos estaban hospitalizados en salas de cuidados intensivos e intermedios, el 25,49% corresponden a secciones clínicas y el 7,45% a pacientes hospitalizados en servicios quirúrgicos. En la Tabla #3 presentamos la causa básica que provoca el desencadenamiento del evento tromboembólico correspondiendo los mayores pacientes a enfermedades cardíacas (26) para el 25,49%; enfermedades ateroescleróticas 32 pacientes para un 31.37%; los tumores malignos 16 para un 15,68%. La mayoría de ellos como se representó en la tabla anterior estaban ingresados en unidades cerradas y con abordajes venosos profundos lo que aumenta el riesgo de formarse un trombo a nivel de las cavidades derechas (7-9), desprenderse, convirtiéndose en émbolo y viajar a la circulación pulmonar ocluyendo un vaso. Dentro de los tumores malignos los que con mayor frecuencia provocan TEP fueron de estómago, mama, colon y la leucemia. En otras causas incluimos el encamamiento prolongado, los pacientes con fracturas de caderas de tiempo de evolución, con inmovilización prolongada, pacientes con insuficiencia renal crónica y una puerpera con trombosis venosa de vasos periuterinos, encamada en el postparto (1,2) correspondiéndose esto con los reportes hechos por otros autores. En cuanto a la localización del tromboémbolo en los vasos pulmonares, encontramos 39 (38,23%) en vasos de mediano calibre; 36 (35,29%) en vasos de varios calibres; 14 (13,74%) en vasos de pequeño calibre y 13 (12,74%) en vasos de gran calibre, dentro de estos, dos fueron en silla de montar, correspondiendo a dos personas jóvenes, una de ellas de muerte materna. Otros autores plantean que mientras más pequeño es el vaso se ocluye con mayor frecuencia que los de mediano y gran calibre y que la localización de estos últimos son infrecuentes solo 1-2% (1,2,8-10) Inevitablemente los émbolos se detienen en vasos que son demasiados pequeños para dejarlos pasar, trayendo como consecuencia la oclusión vascular parcial o completa, provocando necrosis isquémica de tejidos situados distalmente a la misma que es el llamado infarto. De los 102 fallecidos por TEP 56 presentaron infartos pulmonares para un 54,20%, siendo el vaso de mediano calibre el más frecuentemente ocluido para un 44,64%, seguido de los vasos afectados en varios recorridos 19 (16,09%), en vasos de pequeño calibre se encontraron 14 para un 13,74% y de gran calibre 13 para un 12,74% excluyendo los dos que presentan TEP en silla de montar. Esto coincide con la literatura reportando (7-10), porque debemos tener en cuenta que la mayor parte de nuestra muestra corresponde a individuos de más de 60 años de edad con enfermedades cardíacas, ateroescleróticas, respiratorias o sepsis respiratorias que deterioran la doble circulación pulmonar, provocándose con más facilidad una zona de necrosis isquémica. En la tabla #5 analizamos el pulmón más afectado por TEP correspondiendo a ambos pulmones 59 para un 57,86%, seguido del pulmón derecho 25 para un 24,50. Coincidiendo con otros reportes que en el 60% de los casos se afectaron ambos pulmones sobre todo los lóbulos inferiores, seguidos del pulmón derecho 27% (2,4,8)
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