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INTRODUCCIÓN: El diagnóstico de infecciones genitales en mujeres se realiza mediante el estudio de citologías cervico-vaginales o mediante técnicas microbiológicas. El objetivo de este trabajo es comparar ambas metodologías en una población de prostitutas.

MATERIAL Y MÉTODOS: Se han estudiado un total de 465 mujeres que ejercen la prostitución en la Casa de Campo de Madrid y que acuden a una unidad móvil de la ONG Medicos del Mundo. A cada una de ellas se le realizaron los siguientes estudios: 1) citología cervico-vaginal triple toma teñida con la técnica de Papanicolaou; 2) cultivo en medio Diamond para Trichomonas; 3) detección inmunocromatográfica de antígenos de Chlamydia; 4) cultivo en agar sabouraud cloranfenicol para hongos; 5) cultivo en agar sangre, agar chocolate y medio VCAT para bacterias.

RESUTADOS: 314 mujeres (67.53%) fueron diagnosticadas de infección genital por métodos microbiológicos, frente a 256 citologías (55.05%) en las que se detectaron cambios celulares benignos debidos a microorganismos. La tabla_1 muestra un resumen de los resultados obtenidos con cada metodología.

CONCLUSIONES: Los métodos microbiológicos son globalmente más sensibles para diagnosticar infecciones genitales en mujeres y aportan mayor información al permitir la identificación del germen implicado en los casos de infección por hongos o bacterias. Sin embargo, la citología cervico-vaginal presenta mayor sensibilidad para detectar la presencia de Trichomonas y permite observar alteraciones celulares características de infecciones virales como HPV y herpes.

Las enfermedades de transmisión sexual representan un problema sanitario de primer orden en la mayor parte de los países. La prevención de las mismas se basa en dos estrategias diferentes: una prevención primaria mediante la educación de la población para la adopción de prácticas sexuales seguras y una prevención secundaria basada en la detección y tratamiento de las personas infectadas para reducir la transmisión a sus parejas. Esta segunda actuación cobra especial relevancia en las mujeres que ejercen la prostitución, por el riesgo intrínseco que implica mantener relaciones sexuales no seguras con múltiples parejas.
El diagnóstico de infecciones cervico-vaginales se puede realizar mediante técnicas citológicas, microbiológicas y de biología molecular. El objetivo de este estudio es comparar las dos metodologías más empleadas de forma rutinaria (citología cérvico-vaginal y técnicas microbiológicas) en una población de prostitutas.

Se han estudiado un total de 465 mujeres que ejercen la prostitución en la Casa de Campo de Madrid y que acuden a una unidad móvil de la ONG Médicos del Mundo en el marco del Programa de Atención Sanitaria a Prostitutas Inmigrantes Irregulares (PASPI). En la unidad móvil se tomaron muestras para las siguientes pruebas:
- Citología cérvico-vaginal triple toma para estudio con la tinción de Papanicolaou.
- Cultivo en medio Diamond para Trichomonas.
- Detección inmunocromatográfica de antígenos de Chlamydia.
- Cultivo en agar sabouraud cloranfenicol para hongos.
- Cultivo en agar sangre, agar chocolate y agar chocolate vancomicina colimicina actidiona para bacterias.
Los resultados obtenidos se recogieron y analizaron con un software estadístico y en el caso de infecciones bacterianas y micológicas se realizaron tablas de 2 x 2 para calcular sensibilidad, especificidad, valor predictivo positivo y valor predictivo negativo.

314 mujeres (67.53%) fueron diagnosticadas de infección cérvico-vaginal por métodos microbiológicos, frente a 256 citologías (50.05%) en las que se detectaron cambios celulares benignos debidos a microorganismos. Según el tipo de agente etiológico de la infección se obtuvieron los siguientes resultados:

I. Bacterias (sin incluir Chlamydia ):
141 citologías (30.32%) con cambios en la flora vaginal sugestivos de vaginosis bacteriana.
222 muestras (47.74%) con crecimiento de flora bacteriana no habitual, fundamentalmente Gardnerella vaginalis (26.02%), Streptococcus agalactiae (21.51%), Haemophilus parainfluenzae (7.53 %) y Haemophilus influenzae (1.08%). 38 mujeres (8.17%) presentaron infección múltiple por dos o más bacterias.
Considerando el resultado obtenido en los cultivos microbiológicos como criterio de referencia, la detección de infección bacteriana mediante citología tiene una sensibilidad de 0.39, especificidad de 0.78, valor predictivo positivo de 0.62 y valor predictivo negativo de 0.58.

II. Chlamydia:
23 citologías (4.95%) con alteraciones celulares sugerentes de infección por Chlamydia.
9 muestras microbiológicas (1.94%) positivas para antígeno de Chlamydia.

III. Hongos:
102 citologías (21.94%) con hongos morfológicamente compatibles con Cándida.
184 muestras (39.57%) con crecimiento de alguna especie de Cándida: C. albicans (37.63%), C. glabrata (0.86%), C. tropicalis (0.65%) y C. parapsilosis (0.43%).
Considerando el resultado obtenido en los cultivos microbiológicos como criterio de referencia, el diagnóstico de candidiasis cérvico-vaginal mediante citología tiene una sensibilidad de 0.48, especificidad de 0.95, valor predictivo positivo de 0.87 y valor predictivo negativo de 0.73.

IV. Trichomonas:
27 citologías (5.81%) positivas para Trichomonas.
12 cultivos (2.58%) para Trichomonas positivos.

Finalmente, en 24 citologías (5.16%) se observaron cambios celulares sugestivos de infección por virus del papiloma humano (HPV).

En el sistema de Bethesda para informar citologías cérvico-vaginales se especifica un apartado para microorganismos dentro de los hallazgos no neoplásicos. Sin embargo, a la vista de nuestros resultados, los métodos microbiológicos son globalmente más sensibles que la citología para diagnosticar infecciones genitales en mujeres, especialmente en los casos de vaginosis bacteriana y candidiasis, en los que la sensibilidad de la citología respecto de los cultivos microbiológicos es inferior al 50%. Probablemente esto es debido a que la citología se basa en la interpretación de hallazgos morfológicos, más que en la identificación de agentes patógenos. Además, los cultivos aportan mayor información, ya que posibilitan la identificación del germen implicado, permitiendo la adopción del tratamiento específico más adecuado en cada caso.
Con respecto a la infección por Chlamydia, los resultados obtenidos con ambas metodologías son contradictorios. Esto puede ser debido, por un lado, a falta de especificidad en el caso del estudio citológico, ya que las alteraciones celulares consideradas características de la infección por Chlamydia (vacuolización de células metaplásicas que indentan el núcleo y que contienen inclusiones) pueden no ser exclusivas de esta patología, y, por otro lado, a la falta de sensibilidad de la inmunocromatografía para Chlamydia, sobre todo si se compara con las técnicas de biología molecular.
Finalmente, la citología presenta mayor sensibilidad que el cultivo en medio Diamond para la detección de Trichomonas y además permite detectar alteraciones celulares características de infecciones virales como HPV, con importantes implicaciones en el desarrollo de lesiones con potencialidad de evolución maligna.
Por todo ello, en nuestra opinión, en las revisiones ginecológicas rutinarias, además de una triple toma para estudio citológico, se deberían tomar muestras para cultivo microbiológico, sobre todo en los casos en los que por la clínica se sospeche algún tipo de infección bacteriana o micosis y en revisiones de población en riesgo, como la estudiada en este trabajo.

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El 24/3/2004 12:15, emilio mayayo dijo:

El 30/3/2004 18:38, Fernando Gómez dijo: