Discusión: El término suprarrenaloma, tumor corticosuprarrenal del ovario y tumor de células esteroideas ha sido aplicado en el pasado indistintamente(1-5) para distinguir una neoplasia con características endocrinas, hormonales y citológicas que remedan a su similar en la glándula suprarrenal. Este hecho es mas manifiesto si se tiene en cuenta que embriológicamente la corteza suprarrenal y los ovarios tienen la misma descendencia; de hecho, se han encontrado con alguna frecuencia restos de suprarrenales en ovarios procedentes de especímenes quirúrgicos. El tumor de células esteroideas comprenden dos grupos: Uno agrupa al tumor de células de Leydig y al estroma luteal y el otro al llamado tumor de células esteroideas no especificado que representan este último el 40 % dentro de este grupo(1-5) y que se presenta a cualquier edad, teniendo un promedio de 43 años. Se asocia con cambios androgénicos, progestagénicos. Se asocian al Síndrome de Cushing y raros casos se han asociado a hipercalcemias, eritrocitosis, ascitis, producción exagerada de aldosterona. Macroscópicamente el tumor es sólido, bien circunscrito, ocasionalmente lobulado, con un diámetro promedio de 8,4 cms; el color en la superficie de corte es variable, dependiendo de la cantidad de grasa y pigmento de lipocromo presente. La necrosis, hemorragia y degeneración quística ocasionalmente están presentes. Las células pueden disponerse difusamente o en pequeños agregados y nidos irregulares de columnas o cordones finos. El estroma es poco prominente y puede ser mixoide, edematoso y en el se pueden encontrar depósitos de calcio, cuerpos de Psamoma. La necrosis y la hemorragia pueden ser prominentes en tumores muy atípicos citológicamente. El citoplasma es claro u oncocítico en dependencia de la cantidad de grasa, aunque también se encuentra pigmento de lipocromo en un 40 %. ocasionalmente hay células con apariencia en anillo de sello por la presencia de grandes vacuolas grasas en el citoplasma. El índice mitótico Dos mitosis por diez campos de gran aumento, diámetro de 7 cms o mayor, la necrosis, la hemorragia y la atipia nuclear grado II-III son los hallazgos patológicos que mejor se correlacionan con el comportamiento maligno, aunque hay excepciones (1-5). El 20 % de los casos en las casuísticas estudiadas presentan diseminación extraovárica en el momento de la operación. El 43 % se comportó clínicamente como maligno a los tres años o mas de seguimiento. La terapéutica es la tumerectomía ya que la poliquimioterapia no es efectiva. La inmunohistoquímica incluye positividad para alfa 1 inhibina y vimentina 75%, CAM 5,2 46%( globoide y paranuclear) AE1 AE3 , CK1 37%, ANTÍGENO DE MEMBRANA EPITELIAL 8% y S 100 proteína 7%. Para el resto no hay positividad. La microscopía electrónica muestra hallazgos característicos de células productoras de hormonas. En el diagnóstico diferencial deben tenerse en cuenta los siguientes tumores: Estroma Luteal, tumores de células de Leydig, carcinoma de células claras primarios y metastásicos, tumor hepatoide del saco vitelino, carcinoma endometrioide oxifílico, carcinomas hepatoides primarios y metastásicos, tumor amelanótico y melanoma metastásico, adenoma tipo pituitario en la pared de un quiste dermoide, luteomas del embarazo y carcinoma adrenocortical metastásico. En nuestro caso la imagen histológica remedaba una neoplasia cortical de la glándula suprarrenal del tipo de los adenomas ya que presentaba Dos tipos de células claras y oncocíticas con escasas mitosis, necrosis y muy ligero pleomorfismo. Conclusiones: Nosotros hemos presentado un tumor del ovario en una niña de 9 años que presentaba manifestaciones endocrinas del tipo de polimenorrea, hipertrofia mamaria, hirsutismo, hipertensión arterial en forma de crisis hipertensivas. Se encontró y extirpó un tumor de ovario de 11x9x3 cms que histológicamente estaba compuesto por células claras y oncocíticas con escaso índice mitótico y necrótico que incluyó la denominación de atípicos. Este tumor fue diagnosticado como suprarrenaloma, tumor cortico adrenal del ovario o tumor de células esteroideas para denotar las dos condiciones que no lo separan de los adenomas de las glándulas suprarrenales: 1) El aspecto macroscópico y microscópico, 2)Las manifestaciones endocrinas y hormonales. Nuestra enferma, seguida muy periódicamente se encuentra bien después de 5 años de evolución con regresión de toda la sintomatología endocrina. Por la infrecuencia de este tipo de neoplasia ponemos nuestros resultados en conocimiento y a consideración de los demás patólogos.
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